Caballos desnutridos y el cadáver de un ejemplar joven abandonado durante días en una explotación ganadera del pueblo vallisoletano de Bercero. Ese es el descubrimiento Pacma, cuya coordinadora provincial en Valladolid, María Hernández, ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil por el presunto maltrato a varias decenas de animales, aportando diversas pruebas gráficas y la presencia del cuerpo sin vida en descomposición de uno de estos animales durante días.
A través de un comunicado remitido a los medios de comunicación, Hernández ha explicado que, "desde el 19 de noviembre", observaron la presencia del cadáver de un ejemplar joven con capa blanca perlada en una zona a la vista de esta finca, donde habría entre 25 y 30 caballos. Asimismo, manifiesta que varios de estos animales presentaban un "estado de delgadez severo, incluyendo varias yeguas en proceso de gestación avanzada".
También denuncia la existencia de condiciones higiénico-sanitarias "inadecuadas", sin que haya acceso aparente a "agua y comida en buen estado", además de una "carencia de los cuidados diarios que suponen estos animales".
Ante dicha situación y percatándose de la continuidad del cadáver en la finca, el 21 de noviembre del presente año llamó, a eso de las 17:00 horas, al 112 para pedir la presencia de la Guardia Civil, en concreto de una unidad del Seprona. Fue el día siguiente, el 22, cuando confirmaron que el cadáver continuaba en el mismo sitio a las 14:00 horas.
Desde Pacma afean la "poca celeridad" en este tipo de casos, donde las gélidas temperaturas y las "malas condiciones" de los caballos pueden provocarles la muerte en pocas horas, "aún pudiendo evitarse".
Tras interponer la denuncia por las presuntas irregularidades encontradas y la sospecha de la falta de cuidados, el Seprona comunicó a Pacma que, tras llevar a cabo una breve investigación, el propietario había tenido un problema personal. Fue entonces cuando los animalistas argumentaron que este contexto "no justificaría el estado de descuido prolongado de los animales", al tiempo que alegaban que "si no se posee los medios para cuidarlos adecuadamente, entonces que no se tengan" y que el "desconocimiento o la imposibilidad de cumplir con las leyes no eximen de la responsabilidad de afrontar las consecuencias de su violación, mucho menos cuando se habla de seres vivos".
Los animalistas avanzan que el Seprona ha recibido "varias pruebas que acreditan la presencial del cuerpo", ahora retirado, "durante un periodo prolongado de tiempo", además del estado del resto de animales.
Piden a la Guardia Civil que les mantenga informados sobre los pasos llevados a cabo en la investigación y se ponen a disposición de la misma para conseguir la resolución del caso, al tiempo que solicitan urgentemente el informe de un veterinario que pueda determinar el estado de salud de los animales.