Una de las teorías sobre el nombre de Valladolid deriva de la expresión 'vallis toletum' que significa valle de aguas. Y es que no debería sorprender porque la ciudad ha sido testigo de numerosas inundaciones. Aunque, quizá, la que todos recuerden fue la de diciembre de 1961.
Los vallisoletanos se comieron las doce uvas bajo un gran diluvio sin saber que se convertiría en la riada más preocupante y alarmante de la historia. De hecho, un día como hoy, 3 de enero de 1962, a las 18:30 horas el río Pisuerga alcanzó los ocho metros de altura sobre su nivel normal. Así lo mencionan en el libro 'Tal día como hoy. Calendario histórico de Valladolid' de Roberto Delgado García.
Un recuerdo que se ha mantenido vivo en los vecinos de la capital y que nadie puede olvidar pese a que ya han pasado 62 años. Es la mayor inundación de Valladolid en lo que iba de siglo con un caudal de 2.200 metros cúbicos por segundo.
Un temporal nunca visto que duró nada más y nada menos que 18 días, lo que provocó un deshielo acelerado. El agua, incluso, llego a tapar los ojos del Puente Mayor, inundó Las Moreras, el paseo de Isabel La Católica, la Plaza de Poniente e, incluso, llegó hasta Correos.
Los sótanos se llenaron de agua y algunas casas se vinieron abajo como, por ejemplo, el caso de una que se ubica en Barrio de España y el edificio de la calle Curtidores número 8, 10 y 12.
Tal fue el nivel del agua que los servicios municipales perdieron el control de la situación y el Ejército tuvo que intervenir rápidamente para evitar que la desgracia llegara a más.
Y es que el Esgueva también creció hasta llegar a cubrir el puente de la Tía Juliana. De hecho, quizá muchos se hayan preguntado el porqué del muro que delimita el paseo de Las Moreras y todo viene desde aquel entonces.
Cuando el agua volvió a la calma y los ciudadanos tuvieron un respiro, decidieron construir el muro que en la actualidad se puede ver mientras vas paseando. Una forma de que el agua no salga con tanta facilidad del río y evitar, así, una nueva inundación.
Lo cierto es que, aunque sí ha sido la más significativa, no ha sido la única. El 7 de marzo de 2001 Valladolid vivió otro episodio pasado por agua. El Pisuerga amanecía con un caudal de 2.340 metros cúbicos por segundo y el agua cubría por completo el Puente Mayor y varios barrios de la ciudad.
Sin embargo, aunque parte de la ciudad había sido devorada por el Pisuerga, no fue tan caótica como la de 1962. Algunos colegios cerraron por precaución y se inundaron aparcamientos, el sótano del Museo de la Ciencia o el polideportivo Pisuerga.
A lo largo de la historia, Valladolid ha vivido más episodios como estos a lo largo de su historia. En total han sido diez y aún se guarda el recuerdo fotográfico de algunas de ellas para que los vallisoletanos puedan recordar aquellos días que tanto temieron.