Queramos o no, el hospital de una ciudad forma parte del día a día de sus vecinos. Para bien y para mal. Para Valladolid, el hospital Clínico Universitario es uno más. Son muchos los vallisoletanos que tienen anécdotas con él. Pues bien, cada 3 de enero el hospital vallisoletano cumple años y en esta ocasión sopla 46 años. El 3 de enero de 1978 abrió sus puertas y más de cuatro décadas después siguen pasando pacientes y familiares por él. A su instalación se sumó en 2015 también el área de Urgencias. No hay vallisoletano que no haya pasado por el Clínico.
Y la verdad es que su llegada fue muy aplaudida, porque los vallisoletanos necesitaban un hospital moderno (para esa época) como el comer, ya que vino para relevar al Hospital Provincial del Prado de la Magdalena que a su vez había sustituido en 1889 al viejo Hospital de la Resurrección. Aunque su llegada no fue fácil ya que tuvo que se proyectó en 1967 y cuatro años después comenzaron las obras de construcción, y tuvo que soportar protestas por su emplazamiento y huelgas por el retraso. Finalmente se hizo en la avenida Ramón y Cajal. Algo que no cambia.
El proyecto, sin embargo, no se desarrolló en toda su extensión como recuerda Roberto Delgado en el libro 'Tal día como hoy. Calendario histórico de Valladolid', toda vez que al principio incluía un segundo edificio destinado a servicios maternos infantiles que una vez construido ha sido utilizado como residencia universitaria. Esto provocó el impulso, la inclusión y acondicionamiento de dichos servicios en el edificio general con el consiguiente compromiso de espacio para el resto de unidades del hospital. Actualmente el hospital es un claro referente dado que en su interior se albergan la práctica totalidad de especialidades contempladas en territorio nacional dotándolas de las últimas tecnologías.
El hospital cuenta de once platas y de cinco por debajo de la planta baja. Este centro fue planteado desde su inicio como un punto de desarrollo de las labores asistenciales, docentes e investigadoras. Arrancó por las presiones por parte del rector de la Universidad de Valladolid, reclamando un centro en condiciones; obteniendo la financiación para el nuevo edificio hospitalario por parte del Ministerio de Educación; que sería emplazado en el lugar que ocupaba el antiguo seminario diocesano.
Concluida la estructura arquitectónica y desarrollados los mecanismos de integración y gestión en la red sanitaria del INSALUD, restaba acondicionar el vetusto sistema organizativo a las necesidades asistenciales emergentes. En su comienzo, la actividad clínica del Hospital se disponía en torno a las cátedras propias de la Facultad de Medicina que establecían un agrupamiento en grandes asignaturas troncales. Este modo de hacer fue progresivamente modificado por la creación de Servicios especializados, generando una situación más acorde con el desarrollo clínico y científico, y con la necesidad de acomodarse a las nuevas fórmulas del quehacer asistencial.
Seguir creciendo
En el año 2017, la Junta de Castilla y León anunció su intención de retomar las obras para la construcción del proyecto de las consultas externas en la zona del edificio. Tras la licitación, se prevé finalizada la obra a finales de 2024 o inicio de 2025.
Una ventaja competitiva esencial del Hospital Clínico Universitario es su cualidad de hospital "clínico" ya que, por su sólida unión entre las funciones académica y asistencial, se constituye como un entorno excelente para enseñar a aprender, para la innovación y la investigación. Este hecho tiene mayor relevancia en Valladolid con la Facultad de Medicina, la más antigua de España, y su prestigiosa herencia.
Por ello, estamos trabajando en un instituto de investigación de los hospitales de Valladolid, con el apoyo de los grupos de excelencia y con la ayuda de la Consejería de Sanidad y del Servicio de Salud, para potenciar la calidad de la investigación biosanitaria y avanzar en su posicionamiento a nivel nacional e internacional,