Seguramente, si hablamos de la Plaza Martí y Monsó, muchos de los vallisoletanos les resulta raro, extraño o poco habitual el nombre. Aunque sean conocedores absolutos de que ese es el nombre real del lugar del que estamos hablando. Esto se debe a que coloquialmente se la conoce como la 'Plaza Coca' o la 'Plaza de Coca'.
Es un nombre genérico plenamente instaurado entre los vecinos de la ciudad del Pisuerga. Incluso entre los más jóvenes, que no vivieron el motivo por el que recibe dicha denominación entre los pucelanos. Llegados hasta aquí, bien sabrán ya muchos a qué vamos a dedicar estas líneas. Sí, hablamos de los Cinema Coca.
Aquellas salas de cine que llegaron a Valladolid en 1930 y que, durante décadas, han sido un escenario por el que han pasado miles y miles de ciudadanos. Seguramente haya pocos vallisoletanos que no hayan ido a este lugar a ver alguna de sus películas favoritas.
Este 14 de enero de 2024, se cumplen 21 años desde Cinema Coca cerrase sus puertas para siempre tras 73 años emitiendo en la gran pantalla. Sucedió sin previo aviso ni a clientes ni a empleados. Así se recuerda en el libro 'Tal día como hoy. Calendario histórico de Valladolid', obra de Roberto Delgado.
Sede de la Semana Internacional del Cine (Seminci) de Valladolid durante varios años... Cinema Coca fue uno de los cines más míticos de la ciudad. Sus puertas las abrió por primera vez un 15 de marzo de 1930, en el solar que antiguamente estaba ocupado por el Teatro de la Comedia, a raíz de la iniciativa promovida por un banquero de Salamanca.
La 'Plaza Coca' ha sido, a lo largo de los años, un lugar de cobijo para la cultura. Antes del Cinema Coca estuvo, como ya hemos mencionado, el Teatro de la Comedia. Sus orígenes se remontan, al menos, al 1636, año en el que se tiene constancia de que ya existía, aunque no se sabe exactamente la fecha de su construcción.
Permaneció abierto hasta 1861, cuando se convirtió en sala de baile, algo que duró hasta 1900. El edificio que albergaba el Teatro de la Comedia se demolió a principios del siglo XX. Se aumentó el solar y se levantó el Gran Teatro, inaugurado en 1920.
Sin embargo, su vida duró tan solo nueve años, ya que en 1929 cerró sus puertas. Fue entonces cuando llegó el momento para Cinema Coca, que se convirtió en un longevo inquilino tras décadas de cambios en este solar. Fue el cobijo de muchísimos vallisoletanos, que convirtieron a este en el cine más famoso de Valladolid por excelencia.
En medio de la plaza, se situaban los carteles que anunciaban las películas que se iban a proyectar. En sus inicios, y la gran parte del tiempo que duró la aventura de los cines, la 'Plaza Coca' estaba abierta al tráfico. Era una estampa nada parecida a la que tenemos en nuestros días. Los coches circulaban a sus anchas por el lugar, mientras que vecinos y viandantes observaban desde los soportales los carteles.
Fue hasta 1996, cuando con Javier León de la Riva a la cabeza del Ayuntamiento de Valladolid, se peatonalizó, dando un giro radical al lugar, que en esos últimos años de vida del Cinema Coca comenzó a convertirse en un punto neurálgico de la hostelería nocturna.
Durante las siete décadas de historia, los cines sufrieron varias reformas para adecuarse a los tiempos que iban avanzando. En una de ellas, su blanca fachada se transformó en un gran panel azul, visible en la fotografía a color que acompaña a este artículo, dotando al Cinema Coca de personalidad propia.
Finalmente, el 14 de enero de 2003, según se relata en el libro 'Tal día como hoy. Calendario histórico de Valladolid', Cinema Coca cerró sus puertas para siempre sin previo aviso ni a trabajadores ni a espectadores. Los cines fueron derruidos y en aquel solar desapareció, hasta el momento, la cultura para siempre.
Ahora allí se levanta un moderno edificio de cuatro plantas, de fachada blanca y destinado a viviendas privadas. Y esta la historia de un icónico cine que entretuvo a vallisoletanos y visitantes durante décadas.