El pasado miércoles, 17 de enero, la localidad vallisoletana de Zaratán se sumía en el más absoluto de los duelos y lloraba la muerte de Sebastian Borislavov, el joven de 15 años que perdía la vida, a eso de las 22.00 horas de ese día, tras no encontrarse bien durante el entreno.

Los esfuerzos de los servicios médicos para reanimar al pequeño Sebas, en el centro de salud de la localidad vallisoletana, eran en vano y se certificaba el fallecimiento del pequeño. El Ayuntamiento de Zaratán decretaba tres días de luto tras un pleno extraordinario y guardaba un emotivo minuto de silencio en recuerdo del pequeño.

En conversación con EL ESPAÑOL de Castilla y León, su madre, rota de dolor, nos contaba que “Sebas era amor”. Llevaba jugando al fútbol desde que tenía cinco años y jugó en varios clubes de la provincia vallisoletana. Era un apasionado del Real Betis Balompié y de Joaquín, el que fuera hasta hacer pocos meses el capitán del club verdiblanco.

Los actos en recuerdo de Sebas se han sucedido durante estos diez días desde que nos dejó. Los minutos de silencio se han ido produciendo a lo largo y ancho de toda España y el último emotivo homenaje se ha producido en su casa, en Zaratán.

El Club Deportivo Zaratán Sport y el Ayuntamiento de Zaratán han decidido poner el nombre de Sebas al campo de hierba artificial. En la mañana de este domingo, 28 de enero, tanto el club como el consistorio han decidido poner la placa en memoria del joven jugador de la localidad en su recuerdo.

Además, desde la entidad deportiva se ha hecho entrega de una camiseta firmada por los jugadores a la familia de Sebas que estos han recogido sumamente emocionados.

El recuerdo de Sebas es ya eterno en Zaratán.

 

 

Noticias relacionadas