El pasado mes de julio de 2023, EL ESPAÑOL de Castilla y León hablaba con Cristian Gómez, un vallisoletano de 35 años que decidía abrir, hace cinco años, la Cafetería Piraña que se ubica en la Calle Real de Burgos número 8 de la ciudad del Pisuerga. Fue allá por el mes de enero de 2019 y, desde entonces, el establecimiento hostelero no ha dejado de recibir clientes, de diferentes edades, con una amplia oferta de tortillas, sobre todo rellenas, que quitan el sentido.
Cristian, por aquel entonces, nos contaba que el 3 de julio había comenzado con las obras del segundo Piraña, ubicado junto a la Plaza de San Miguel, en el número 2, que ha abierto oficialmente sus puertas en la mañana de este lunes, 29 de enero, para deleitar a los amantes de este producto tan español.
Ya el viernes, en una apertura más privada, Cristian pudo visitar el lugar y concretar los últimos detalles en un lugar único que va a contar con muchas sorpresas para los comensales y que no hace más que reforzar una idea que ha calado en Valladolid.
“El nuevo Piraña ha abierto este lunes, 29 de enero. El objetivo de este nuevo local pasa por acercarnos más al centro y aprovecha un local familiar para ofrecer a nuestros clientes un aire renovado. Queremos acercarnos al mundo de las abuelas. Transmitir este concepto en el que nos vamos a centrar en los alimentos sanos, sin conservantes ni colorantes e introducir algún concepto algo más moderno”, confiesa el hostelero.
Se trata de un local de idéntico tamaño al que la marca tiene en Real de Burgos. El aforo es de 40 a 45 personas y va a contar con una terraza con 10 mesas para dar cobijo a otros 40 comensales. Un local que utiliza elementos reciclados y que han decorado con las hueveras con las que hacen las propias tortillas y cuenta con mesas que están elaboradas a partir de hornos y frigoríficos reciclados con un nuevo polímero.
“La obra se ha atrasado. Comenzó en julio, pero el problema ha sido el obrador. Tenemos uno en Real de Burgos y queremos garantizar la trazabilidad, la seguridad alimentaria y la cadena de frío. Que cualquier producto se haga en el día y cumpla con todos los criterios de la seguridad alimentaria”, explica Cristian en cuanto a las obras.
El nuevo local de Piraña ha generado ni más ni menos que ocho nuevos puestos de trabajo. Y va a buscar “seguir la esencia” del anterior establecimiento “con la música española” y “las tortillas” en el epicentro.
“Queremos ir cambiando, de forma progresiva, la carta de productos y platos. Vamos a introducir más productos premium, para compartir, siempre teniendo la tortilla muy presente. En estas nuevas elaboraciones vamos a primar los guisos tradicionales y la cocina de siempre, con nuestro toque personal”, explica nuestro entrevistado.
El objetivo de Piraña abriendo este segundo local en la ciudad no se queda aquí. Ahora, buscan también expandirse “a otras ciudades cercanas” ampliando esa carta de productos a disfrutar en el lugar.
La ambición de una marca que tiene apenas 5 años de edad no tiene techo, más cuando consigue enamorar a los comensales con sus mejores elaboraciones.