Es uno de los mayores tesoros que cualquier aficionado al fútbol tiene. Algo indiscutible en este maravilloso mundo del deporte rey. Las equipaciones de nuestros equipos favoritos. A quién no le han regalado alguna vez la camiseta del club de nuestros amores. Quién no se ha gastado un poquito más de la cuenta algún mes para poder tener la nueva zamarra nada más salir a la venta. Bien, pues lo que empezó como una pequeña afición para Jesús Alberto Rodríguez Sánchez Marín, un vallisoletano de 39 años, se ha convertido en toda una colección única en la ciudad del Pisuerga.
Acumula 150 camisetas de Real Valladolid tras más de una década de búsqueda e inversión. Precisamente, es en esto último en lo que no piensa, bromea entre risas en palabras a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León. "No llevo las cuentas y prefiero no hacerlo porque a lo mejor eso sería un freno a la hora de continuar con ello", señala con una pequeña carcajada.
La pasión de Jesús Alberto por el Real Valladolid y sus colores queda demostrada en su enorme colección. Que recientemente se ha hecho viral en redes sociales a raíz de que él mismo la publicase, desatando los elogios y las reacciones de asombros entre los demás aficionados pucelanos. El propio club blanquivioleta se hizo eco de esta maravillosa y única colección, compartiendo la publicación del vallisoletano dándole la enhorabuena.
La colección de este aficionado no comenzó de manera "premeditada", según reconoce, sino que de pequeño "siempre te gustan las camisetas de fútbol". "Te van regalando en cumpleaños, comuniones y demás y al final llega un día en el que tienes un sueldo y dices 'venga, me voy a comprar la de este año'. Luego la segunda equipación y la tercera. Te empiezas a picar. La del año pasado está en descuento y te lanzas. Es una cosa progresiva, vas juntando y llega un momento que como es mi caso llegas a las 150 camisetas", relata.
La peculiaridad que hace la colección de este vallisoletano más especial
Además, la colección personal de este pucelano guarda una especial peculiaridad. Sería fácil pensar que, quizás, lograr 150 camisetas de un equipo, con todas las posibilidades que hoy existen con internet, y las imitaciones en auge (esto es un sacrilegio para los coleccionistas, eso sí), no es difícil. Pero es que de todas las prendas que ha logrado Jesús Alberto, unas 130 han sido utilizadas por los futbolistas en algún partido y, por tanto, son originales.
Las 20 restantes, si en algún momento consigue la utilizada en partido vende la comprada en tienda para "no tenerla repetida". Los principales canales para lograrlas son las plataformas de compraventa. También la participación en pujas en las que se "pelea" con otros coleccionistas. "Hay mucha rivalidad en ese sentido y es difícil conseguir modelos muy selectos o con publicidades raras", reconoce. También le ha ocurrido tener comprar camisetas del Real Valladolid para su colección a gente de Marruecos o Brasil. Algo que puede sonar extraño pero que sucede, explica este coleccionista blanquivioleta.
Preguntado cuál es la camiseta que más le ha costado encontrar, Jesús Alberto puntualiza que la que "más te cuesta encontrar es la última que consigues". "Una vez que la tienes siempre te marcas un nuevo objetivo. En mi caso la última ha sido el modelo que usó en competición europea el Real Valladolid la última vez. La de Kelme con los cuellos rojos, pero que tenía modificaciones con respecto al modelo de liga", recuerda.
Volviendo a lo invertido, el vallisoletano reconoce que "todo es muy relativo", ya que no es lo mismo el valor que tienen ahora mismo que cuando él las compró. "Hay camisetas que cuando yo empecé en esto las compré por 15 euros y ahora se están vendiendo por 350. Además, esto es progresivo. No es llegar ahora y empezar de 0 e intentar llegar a los números de mi colección porque es inviable con cualquier sueldo normal", aclara.
Podría parece complicado encontrar una favorita entre tantas opciones, pero realmente Jesús Alberto lo tiene claro. La que más le gusta es el segundo modelo de Kelme con el Real Valladolid. Y lo es tanto para la primera, como para la segunda, como para la equipación de portero. Hablamos la del año previo a la última clasificación europea de los blanquivioletas, en la temporada de 1996/1997. "No es de ahora que soy coleccionista, sino desde que soy niño", reconoce. Una predilección que asocia a que son los "primeros partidos" que recuerda de ver del Real Valladolid.
Además, también responde a otra razón que tiene como coleccionista. Y es que él es más de lo "vintage". "No te voy a engañar. No solo por el estilo, si no también la duración. Yo para ir al estadio cuando hace bueno son camisetas antiguas de los años 90 y 80 porque son las que más aguantan los lavados", señala.
Y es que desde que se inció la época del vinilo, da un "poco más de reparo" utilizarlas por "miedo" a perder en algún lavado parte de la publicidad, una letra o un número. "Además, los jugadores de hoy en día no usan las tallas que usaban antes. Ahora van muy entallados y yo por ejemplo que mido 1,93 para encontrar una camiseta de un jugador de mi talla es complicado", añade.
El objetivo deseado de Jesús Alberto
Todavía quedan muchas camisetas por encontrar, además de que es "muy difícil" llegar a decir que tiene la colección completa. Pero entre tantas otras, hay una que sobresale del resto y que espera conseguir más pronto que tarde. Es la que vistió el guardameta César Sánchez de modelo Kelme, que era la mitad superior plateada y la parte superior negra. "Esa sería la camiseta que me falta, la ideal por la que pagaría lo que pidan", recalca.
El vallisoletano tiene claro que en cuanto encuentre un modelo de los que le faltan y en el caso de que sea económicamente rentable, le adquirirá. Ahora bien, es plenamente consciente de la dificultad de poder conseguir todas. "Es imposible acabar una colección así porque el Real Valladolid ha habido años que ha tenido una publicidad principal que ha ido variando en cada partido. Son camisetas que han usado los futbolistas, no que se hayan vendido en tiendas", destaca el coleccionista.
Por la camiseta que más ha pagado fue por una amarilla, también de Kelme, de un partido de hace 25 años contra el Real Unión de Irún. "Este año se ha puesto un poco de moda al haber jugado así contra el Oviedo. Esa Kelme solo se usó un partido y por el tiempo que ha pasado es la que más me ha costado. Todo varía en función del tiempo que haya pasado y la exclusividad", subraya.
Durante las dos últimas temporadas, las camisetas del Pucela cuentan con una novedad que no comparten con ninguna de las de la colección de Jesús Alberto. El cambio de escudo en 2022 supuso una vuelta de tuerca. Él, que decide mojarse en este asunto, reconoce que con "todo el dolor" de su "corazón" ha tenido que comprarlas. "Lo bueno es que el año que viene volvemos a tener lo que consideramos el escudo de toda la vida del Pucela. Estas obviamente hay que adquirirlas para no tener un vacío en la colección", insiste.
Jesús Alberto sigue en la búsqueda de más modelos de camisetas del Real Valladolid. Por eso, ha pedido que si alguien tiene alguna y está interesado en venderla puede contactar con él a través de su perfil personal de X (antes Twitter), donde se llama @chuchbonera.