El 11 de octubre del pasado año el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones anunció que podría en marcha, en colaboración con la Diputación de Valladolid y Accem, un proyecto piloto de migración “regular, ordenada y segura” por el que más de un centenar de personas, todas ellas de origen nicaragüense con necesidades de protección internacional en Costa Rica, iban a ser reasentadas en Valladolid. A cambio, venían como mano de obra para trabajar en la puesta en marcha de un parque fotovoltaico en Villalba de los Alcores (Valladolid) de la mano de la empresa Cobra.
Pues bien, cuatro meses después, estos nicaragüenses, que finalmente han sido 76, pero tan solo 29 trabajadores (el resto mujeres y niños), siguen formándose en Medina de Rioseco y en Valladolid para que cuando estén cualificados y se ponga en marcha el proyecto puedan participar en él. Mientras tanto, tal y como confirma Daniel Duque responsable de Accem, siguen formándose.
En formación están 29. En Rioseco hay 20, y el resto, en esta primera fase en Valladolid. Aunque ahora lo más importante es la búsqueda de vivienda, algo que es complicado. Así, “depende de dónde encontremos vivienda, acabarán en un sitio o en otro”, explica Duque. Al igual que afirma el alcalde Medina de Rioseco, David Esteban, que reconoce que le consta que están en formación y en búsqueda activa de viviendas.
Pese al rumor que se había corrido de que los nicaragüenses habían huido, no es así, y todos ellos siguen en la provincia vallisoletana, pero en este caso en un periodo de formación. Otra cosa distinta es que no hayan aparecido por Villalba de los Alcores, el centro del parque fotovoltaico que de momento no tiene noticias de nada. Así lo confirma su alcalde Manuel Gutiérrez del Campo. “Aquí no tenemos ni nicaragüenses ni rusos, habéis llamado ya muchos medios para preguntarme, pero yo no he visto a nadie, esto es una cosa de la empresa que venga aquí a poner las placas”, afirma. Gutiérrez desconoce cuál es la situación y reconoce que nadie se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento en cuanto al personal, solo para instalar el parque con la licencia de obras, aunque cree que hasta el próximo verano después de realizar una serie de alegaciones contra el proyecto que se han realizado por parte de vecinos. Además se necesita la licencia de obra emitida por el consistorio de Villalba.
“El problema es que aquí no va a poder vivir, porque no hay vivienda, como mucho tendría suerte uno”, lamenta. Por lo tanto, los nicaragüenses tendrán que esperar aún unos cuantos meses para poder comenzar a trabajar.
Según el acuerdo al que llegaron, la ONG se encarga de la primera acogida y de la integración social de estas personas, es decir, de acompañar a estas familias en procesos como la escolarización de los menores, la obtención de la tarjeta sanitaria y otra documentación, así como de proporcionar atención jurídica y psicológica, si fuera necesario. Asimismo, la entidad garantizará formación de cara a la integración social y laboral, de dos meses de duración, previa a la incorporación a los puestos de trabajo. Y en ello andan.
Para este primer programa, ha sido preseleccionado un grupo de familias, la mayoría de 3 y 4 miembros, a las que ofrecerán contratos de trabajo. Los contratos son todos en el sector de las energías renovables, en la provincia de Valladolid, concretamente en la zona de Navabuena. Estas personas han sido preseleccionadas en colaboración con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), y con la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), a través de las oficinas de dichos organismos en Costa Rica.