Las nevadas que han caído en la provincia de Valladolid hacían saltar las alarmas y la localidad de Tordesillas dudaba de si podría o no ver a su reina Juana.
Finalmente, todo se ha puesto en orden para poder celebrar una nueva edición del Día de la Reina, que está organizado por el Centro de Iniciativas Turísticas, con el objetivo de rememorar la llegada en 1509 de la reina Juana I de Castilla a la villa. Lugar donde residió hasta su muerte en 1555.
Esta vez ha sido la joven, de 29 años, Raquel Fernández Mata quien ha sido elegida para representar a la reina y la pequeña Aitana Bazán Charro, de solo cinco años, quien ha interpretado a Catalina de Austria, una de las hijas de la reina.
Estas han ido acompañadas de Fernando el Católico, un guardia personal, los monteros de Espinosa y los monjes que transportan el cuerpo de su esposo, Felipe el Hermoso. Así como las damas de compañía y el personal de palacio.
El séquito partía a las 19:30 horas desde la entrada de Tordesillas y a las 20:00 horas se encontraba con el cortejo de su padre, Fernando el Católico, escoltado por el guardia.
Desde allí, han puesto rumbo a la Plaza Mayor ante la expectación de los vecinos y visitantes que han acudido a celebrar esta festividad tan tradicional y llena de historia. Los ciudadanos han abarrotado las calles del pueblo para no perderse ningún detalle, aprovechando que el tiempo daba un respiro y dejaba a la reina Juana hacer su paseo tradicional.
En esta representación también se ha podido ver a Hernando de Tovar, capitán de los monteros de Espinosa, abriendo las puertas de la villa para dar paso a la reina. Por último, han llegado hasta el Palacio Real donde Juana I de Castilla ha recordado sus vivencias más dolorosas y ha entrado en el recinto donde permanecerá encerrada casi medio siglo hasta su muerte.