Al cornudo hijo de puta que ha robado la hucha para el cáncer infantil, decirle que ojalá le entre cáncer a su mierda de familia. Que les duela mucho y que tarden en morirse. Disfruta de lo robado, pobre miserable”, se puede leer en la calle Gallo Número 4 del barrio de Pajarillos en Valladolid.

Allí se ubica la Pastelería Ricardo Blanco, una pastelería con 35 años de historia. Muy valorada y querida en la ciudad del Pisuerga y en la zona y a cuyo mando está Ricardo Blanco Gutiérrez, que habla con EL ESPAÑOL de Castilla y León del robo de la hucha de la Asociación Española Contra el Cáncer que ha sufrido estos días y que ha motivado a la instalación de un cartel muy directo contra el autor o la autora del robo.

Los hechos se produjeron hace algo más de una semana, diez días. Se llevaron la hucha que estaba llena. Una hucha en la que la gente echaba sus donativos para el estudio del cáncer infantil”, asegura Ricardo, en declaraciones de este periódico.

Una hucha que no estaba atada. Quién puede pensar que alguien se va a llevar una hucha que va destinada para tal fin. La verdad es que nadie, pero esto ha ocurrido en el barrio de Pajarillos y es verídico.

Hay veces que entra la gente a la pastelería y no suena la campana de la puerta y yo puedo estar abajo trabajando. O te dicen que baje para rellenar cuatro pasteles, y en lo que lo relleno, como el obrador está en la parte de abajo, no lo veo”, apunta el pastelero, triste por los hechos.

Ricardo recogía estos donativos por la gente que sufre la enfermedad o por familias que han visto como hermanos o hijos han tenido que pasar por ello. Simplemente para ayudar y para que la Asociación Española Contra el Cáncer en Valladolid cuente con más fondos para la investigación de la enfermedad.

“La vuelta del pan la solían echar en la hucha y esta es la rabia que te da. Me cabreé mucho y puse el cartel porque no podía hacer menos. Quiero que, si pasa, que se enteren. A lo mejor no le han dicho nunca que es un hijo de puta”, asegura nuestro entrevistado.

Imagen del cartel en la pastelería Ricardo Blanco de Valladolid

Ricardo asegura que “no ha denunciado el robo ante la Policía”. Añade que cada cierto tiempo “viene una chica de la Asociación Española Contra el Cáncer a recogerlo” y “ya debe estar acostumbrada” a que estas cosas “se sucedan”.

“Ahora tengo otra hucha colocada en el lugar que está puesta con una cadena. Me parece muy triste que tengamos que estar así”, añade Ricardo que le diría al autor del robo que “no es persona”.

“En este país ni se pasa hambre y las necesidades se cubren. Si estás pasando una mala racha hay muchos sitios y gente que te pueden ayudar. No hace falta robar y menos eso”, finaliza muy enfadado Ricardo, y no puede ser para menos.

Los vecinos del barrio de Pajarillos que pasan por la calle Gallo y ven el cartel se paran para leer el mismo y para rechazar un acto que es muy triste.

Ricardo, sin embargo, y pese al golpe, no cesa en su empeño de continuar apostando por la solidaridad y continuará recogiendo fondos en su lucha contra el cáncer.

 

 

 

 

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