Villanubla es un municipio vallisoletano que se encuentra situado al borde de los Montes Torozos. Fue tierra fronteriza, durante cierto periodo de la Reconquista, para dominar, desde una posición privilegiada, la entrada al valle de Hornija. Las despoblaciones y repoblaciones de territorios por las distintas “razzias” de un bando y otro, hacen pensar que fue en un periodo de inestabilidad en lo que tiene que ver con el establecimiento de núcleos humanos en dicha zona.

En lo que tiene que ver con las primeras noticias escritas del lugar, estas datan del siglo XII. Todo debido a un pleito en la reclamación de un impuesto entre dos instituciones eclesiásticas. Por un lado, la Mitra Palentina y, por el otro, la Abadía de Valladolid. Por ello, situamos la repoblación de Villanubla en el siglo XII.

Pero mucho ha llovido desde entonces. El municipio vallisoletano, que se encuentra a unos 14 kilómetros de la capital provincial, cuenta en la actualidad, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con una población de 2911 habitantes y tiene mucha vida.

En el término municipal se ubica el Aeropuerto de Valladolid. Es, por tanto, un lugar de paso y de trasiego de gente. Perfecto para lanzarse a la aventura de abrir un hostal o, como es el caso, de reabrirlo tras su cierre por jubilación y después de unas obras de remodelación y mejora que han durado un par de meses.

Es lo que ha ocurrido con el Hostal Alba, cuya construcción data de los años 90 del siglo pasado y cuyo corazón vuelve a latir.

La historia del hostal y el cambio de manos

“El Hostal Alba fue construido en Villanubla sobre los años 90 por la familia Alba. Ellos lo han gestionado, hasta la jubilación del anterior dueño, allá por diciembre de 2023, el lugar. Nosotros nos hicimos cargo después para que, después de unas obras de mejora, hayamos abierto las puertas de nuevo el pasado 3 de febrero”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, María José Casquero Esteban, la dueña del negocio junto a su socio Álvaro.

Ella es la nueva directora del Hostal Alba, dentro de la empresa Torosvil S.L. Benaventana, de 42 años, residente en Villanubla, ha tomado el mando para dar un servicio de suma importancia en un lugar de paso clave. De trasiego, por la presencia del aeropuerto y del centro penitenciario.

Se ubica en la carretera Adanero-Gijón y cuenta con restaurante, establecimiento hostelero y cafetería, así como con un total de 20 habitaciones para dar cobijo a todo el que necesite hospedarse en el lugar. Los dos comedores sirven también para que el buen comer sea protagonista con platos elaborados para que los huéspedes se sientan como en casa.

Optimismo

“También me gustaría señalar que, además de estar cerca del aeropuerto, lo estamos del polígono que está en franco crecimiento. Contamos con un gran equipo de profesionales. Por un lado, la cocinera y sus ayudantes, a los que hay que sumar los cuatro camareros fijos y dos personas de limpieza a los que también hay que sumar los extras”, apunta María José.

La nueva dueña del local resalta que, un mes después desde que el hostal volviera a abrir sus puertas, están “muy satisfechos” de “cómo está evolucionando la reapertura” y se muestra convencida de que “el negocio tiene un gran futuro".

Abren sus puertas a las 7.30 horas parra dar desayunos, almuerzos y comidas y descansan los lunes. Los viernes, además, hacen “un gran cocido” que va acompañado por una actuación musical. Los sábados y los domingos, completan su oferta con un menú de fin de semana que pasa por ser “muy económico” al que añaden algún que otro espectáculo, para quitarse el sombrero y que anuncian a través de Instagram.

“Me gustaría hacer una mención especial y un homenaje a mis padres. Vengo de la hostelería con la sabiduría de unos padres que han dedicado toda una vida a esta profesión y unos hermanos que también han destacado en este sector”, finaliza nuestra entrevistada.

El Hostal Alba de Villanubla vuelve a estar activo. Y mucho.