Los 20 castillos de Valladolid llenos de historia y leyendas que no te puedes perder
Una ruta por un rico patrimonio arquitectónico, cultural e histórico
12 marzo, 2024 07:00Valladolid y su provincia son un mar de cultura, tradición e historia. Bañada en vino, alimentada por su cereal y sustentada por su enorme patrimonio. Existen tantos rincones como secretos hay por todo su territorio. Lugares que descubrir que dejan perplejo a cualquiera por todo lo que aguardan. Uno de sus atractivos son los castillos y hoy en EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León os traemos 20 están repletos de curiosidades y leyendas.
La provincia de Valladolid esconde un gran número de imponentes fortalezas, castillos y recintos amurallados donde pasado y presente se unen para dar al visitante una experiencia del más alto nivel cultural. Desde fortalezas de origen romano a castillos que atesoran valiosos documentos y archivos con siglos de vida. También uno convertido en el Museo del Vino Provincial, como es el caso del de Peñafiel, uno de los más icónicos del paisaje vallisoletano.
Valladolid ha acogido a las legiones romanas y también aquí hubo asentamientos celtibéricos. Durante la Edad Media las tierras del Pisuerga fueron testigos de las batallas fronterizas entre los reinos de León y Castilla y, posteriormente, de los enfrentamientos civiles entre grandes señores y monarcas.
Desde el siglo XV, Enrique IV amplió y reformó los castillos de La Mota de Medina del Campo y de Portillo, creando así un modelo característico que se le conoce como Escuela de Valladolid. Fue entonces cuando los nobles se hicieron eco de esta moda y se inició en otros lugares. Por ejemplo, Peñafiel, Torrelobatón y Fuensaldaña comparten semejanzas en sus entradas por sus accesos con pasillo en doble codo, el puente levadizo o las celdas intramuros.
Letrados y nobles de alto poder adquisitivo, de origen generalmente judeo-converso o humildes, compraron señoríos y levantaron castillos residenciales que reproducían a escala los grandes modelos: de planta cuadrada desde donde se alza la enorme torre del homenaje y de interior palacial, cuya altura es la misma al lado del recinto y al doble de la altura de éste. Allí, el gobernador o castellano juraba guardar fidelidad y defender la fortaleza.
Encontramos decenas de ejemplos por toda la provincia que todavía hoy se conservan. De imperiosa grandeza y con secretos con ganas de ser contados. Hoy, conoceremos 20 de estos, en una ruta diseñada por la Diputación de Valladolid para descubrir todo este patrimonio arquitectónico de esplendorosa belleza.
Uno de los que destacan es el de Trigueros del Valle, siendo de los más misteriosos por lo que esconde en su interior. Tiene su origen en el siglo XV, cuando Juan II concedió privilegio a Fernán Alfonso de Robles para fundar su mayorazgo en 1427, entre los que se incluía Trigueros y su valle. Pero ese mismo año fue encarcelado por alzarse contra el valido real y fue asesinado tres años más tarde.
Su hijo Gutiérrez de Robes, junto a su mujer, María de Guevara, llevaron a cabo obras en el castillo, dejando su impronta hasta nuestros días en los escudos que se vislumbran sobre la puerta. Dentro del contexto de la Guerra de los Comunidades, el castillo fue asaltado por los habitantes del pueblo junto con las tropas comuneras encabezadas por Antonio de Acuña y Juan de Padilla. La posterior derrota de estos últimos, acabó con la reconquista del castillo por parte del señor, sometiendo a los lugareños y haciendo pagar sus tropelías.
Entre tantos castillos nos encontramos con algunos como el de Peñafiel. Esta fortaleza es una de las más icónicas del paisaje vallisoletano. Situado en un cerro estratégico, desde aquí la vista llega a los valles del Duero, Duratón y Arroyo Botijas. Su belleza le ha llevado, precisamente, a ser declarado Monumento Nacional y fue construido en distintas fases desde el siglo IX y hasta el XV, cuando sufrió una de las últimas remodelaciones.
Cuenta con 2010 metros de largo y únicamente 20 de ancho. Algunos lo describen como un barco anclado en tierra. Su torre del homenaje se alza hasta los 34 metros de altura y está prácticamente en el centro del recinto. A día de hoy es utilizado como Museo Provincial del Vino, siendo un referente enorturístico de Valladolid en plena cuna de la Ribera del Duero.
También hay otros casos como el de Simancas. Este ahora es uno de los archivos más importantes de Europa con más de 35 millones de documentos. En pleno casco urbano de Simancas, a orillas del Pisuerga, este castillo rodeado de murallas fue declarado Bien de Interés Cultural Patrimonio histórico de España. Su construcción fue promovida en el siglo XV por la familia Enríquez y fue parte después de la Corona de los Reyes Católicos, convirtiéndose en un centro de las defensas de Castilla.
Fue Felipe II quien transformó la construcción en un Archivo General de Reino y así se convirtió en uno de los archivos más relevantes de Europa, contando con más de 35 millones de documentos.
El castillo de La Mota, en Medina del Campo, se levantó con la repoblación del siglo XI. Tras la batalla de Olmedo, La Mota pasó a ser de forma definitiva de titularidad real, compatibilizándolo con las funciones militares y las de archivo y prisión. Durante la Guerra de las Comunidades, la fortaleza fue fiel a la corona, a pesar de que Medina era comunera.
Destacan también otros como el de Villavellid, en plena frontera de los reinos de Castilla y de León y escenario de disputas durante siglos. La construcción del castillo de Villavellid se originó durante el siglo XV a orden de Diego de Almanza. Respetó los parámetros marcados por la Escuela de Valladolid, respetando las proporciones de los elementos que lo integraban.
Y estos son algunos de los innumerables ejemplos del amplio patrimonio de castillos con los que cuenta la provincia de Valladolid. Si quieres ver esta ruta por los 20 más característicos, llenos de historia y leyendas que no te puedes perder a propuesta de la Diputación, lo puedes hacer a continuación: