Hay que ser muy valiente, con los tiempos que corren, para cerrar un bar y abrir otro en apenas dos semanas. Hay que querer mucho a una profesión, la de la hostelería, sacrificada como la que más. Con un duro trabajo en busca de satisfacer las 24 horas del día las exigencias del cliente y con horarios complicados.
Jacinto y Fanny lo van a hacer. Ellos estaban al mando del archiconocido Bar Faroles en el barrio de Las Delicias de Valladolid, que ha cerrado sus puertas este domingo, 10 de marzo. Ahora, se lanzan a una nueva aventura abriendo otro bar en pleno centro de la ciudad con la ilusión de triunfar.
Inicio de una preciosa historia
“Somos una pareja bohemia y familiar. Algo que, en nuestro caso, es compatible. Yo llevo toda la vida detrás de una barra y Fanny, mi mujer, suma 28 años en el mundo de la hostelería, desde que decidimos abrir Los Faroles en el Paseo de Farnesio, frente a los antiguos talleres de Renfe”, explica, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Jacinto.
Él, nacido en el año 1966, en Valladolid. Ella, en 1970, en Málaga. Jacinto, amante de la montaña, del rock, del teatro y de la magia. Fanny, de las plantas, de la cocina, de la música y del cine. Ambos, dueños del Bar Los Faroles, archiconocido en el barrio de Las Delicias de Valladolid.
“El Bar Los Faroles lo abrieron, por primera vez, Lola y Antonio, padres de Jacinto, en el año 1966. Nosotros lo reabrimos hace ya 28 años. Ahora, nos toca cambiar de aires por la modificación de los hábitos de los clientes en los barrios y tras la pandemia. Esos horarios más cortos, el gusto por la terraza, y la bajada del margen de ganancias debido a la inflación”, confiesa Fanny.
Eso ha sido lo que ha obligado a bajar la persiana, por vez definitiva, a los Faroles.
El cierre
Fue el pasado 10 de marzo cuando lo hacían. Allí daban el callo, cada día, cuatro trabajadores, dos empleados y otros dos autónomos. Todo en un ambiente rockero y afable en el que tenían cabida todas las generaciones. Desde los más pequeños, a los más mayores entraban en el lugar.
Cervezas artesanales y de importación, comida tradicional acompañada de carnes exóticas, incluso de cocodrilo o canguro con protagonismo especial también para la comida vegana adquirían en el lugar un gran protagonismo, todo bajo el paraguas del mejor trato al cliente y respetando a las mascotas, que también podían acceder al establecimiento hostelero.
“Claro que nos ha dado pena la despedida. La vida de nuestra familia ha girado alrededor de este local. La despedida ha sido la más feliz que se hubiera podido desear. Nunca podremos agradecer el grado de involucración de los clientes y vecinos. No solo de Valladolid, sino de otras provincias que han venido a darnos el último adiós”, apunta Jacinto.
No es un adiós, sino un hasta luego
“El cierre del Bar Los Faroles no es un adiós sino un hasta luego. En breve vamos a abrir otro local en Valladolid, en pleno centro de la ciudad, y en la calle Alonso Berruguete, en el lateral del Teatro Calderón. Así vamos a estar más cerca de los parroquianos que nos acompañen desde fuera de Delicias”, nos explica la pareja.
Un bar que va a contar con “todo el espíritu de Los Faroles” y “con la misma esencia de los últimos 28 años”. Abrirá sus puertas el próximo viernes 22 de marzo, casi con la llegada de la Semana Santa que consigue reunir a miles y miles de forasteros que llegan hasta la ciudad del Pisuerga para disfrutar de la semana de pasión pucelana.
“Queremos tener la misma esencia que en el Bar Los Faroles. El objetivo pasa por dejar un buen sabor de boca en la ciudad y el deseo es el de ser un referente tanto para los vecinos como para los forasteros en Valladolid”, finaliza Jacinto.
El rock and roll, como no podía ser de otra manera, estará muy presente en el lugar que llevará el nombre de Faroles Rock.