A comienzos del siglo XVI nació la que se conoce como la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad. Pero no fue hasta el 1578 cuando se redactó y aprobó la primera norma. Es una de las hermandades históricas de Valladolid, con unas características propias y un sello inconfundible.
Ya son cinco siglos de historia en los que esta Cofradía siempre ha estado al lado de los más desfavorecidos y los condenados a muerte, llegando incluso a regentar un hospital, en la calle López Gómez, para atender a los enfermos más terminales. Entre sus innumerables costumbres y tradiciones hay una que llama especialmente la atención por la singularidad de la misma: el indulto de un preso en la procesión de la Penitencia y la Caridad del Jueves Santo.
Esta tradición data del 1927, hace casi un siglo. Precisamente llegados al 2027, 100 años después, será la canonización de su virgen y para lo que están preparando un trono para llevar a la virgen en andas con el que además cuentan con que pueda llegar en septiembre o agosto de este 2024 y procesione en 2025, según anunciaba el hermano mayor de la Cofradía, Ángel Herrero Ortiz, a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León el pasado año.
La Piedad y su procesión de la Penitencia y la Caridad es algo único en Valladolid, aunque durante estos últimos ocho años, incluido el presente, el Consejo de Ministros del Gobierno de España no ha dado la aprobación al indulto del preso. "Los indultos surgen a raíz de cambiar los itinerarios y pasar por delante de la cárcel. Ya luego trasladaron el centro penitenciario a Villanubla y pasábamos por la Audiencia, donde se juntan al cortejo los letrados, magistrados y procuradores", relataba Herrero Ortiz a este periódico el pasado año.
Normalmente, la Piedad siempre procesionaba con la Pasión, el Santo Sepulcro y la Preciosísima Sangre, que les acompañaban, pero con los años dejaron de hacerlo. En el caso de la tercera fue porque "querían hacer una procesión ellos solos a raíz de que les ha llegado su virgen de la caridad", mientras que la segunda, aunque han estado unos años sin hacerlo, este pasado año 2023 lo volvieron a retomar y acompañaron a la Piedad en la procesión de la Penitencia y Caridad, según explicaba el hermano mayor.
El proceso de la solicitud del indulto se inicia durante el mes de septiembre, según pasa el verano, cuando la Cofradía comienza a pedir una terna de candidatos al centro penitenciario de Villanubla, habla con el Colegio de Abogados de Valladolid y la Audiencia y piden informes psicoanalistas y terapeutas de los reos. No obstante, estos deben cumplir unos requisitos primordiales, que se basen en no haber cometido delitos de violencia de género, de sangre y tráfico de drogas a grandes niveles.
Una vez recibidos los documentos y estudiados los casos, eligen a uno el cual creen que están en condiciones de solicitarlo, siempre respetando los estatutos de la hermandad. Seguidamente, a principios de año se tramita la solicitud al Ministerio de Justicia, que es en estas fechas de ahora el que decide si se acepta o no en los correspondientes Consejos de Ministros.
En el caso del pasado año, la Cofradía había pedido el indulto para una mujer que llevaba seis o siete meses en la prisión de Villanubla, según pudo saber este periódico, condenada por un delito por no entregar a sus hijos a tiempo. Sin embargo, la cartera de Pilar Llop, titular de la misma por aquel entonces, decidió finalmente no dar el visto bueno por séptimo año consecutivo a la Cofradía vallisoletana. Para esta ocasión la solicitud se tramitó para dos reos, sin que haya transcendido la naturaleza de las condenas, siendo estas nuevamente rechazas por la cartera ministerial, este año liderada por Félix Bolaños. Cabe destacar que esta decisión se sabe a pocas semanas o días antes de la celebración de la Semana Santa y juegan con pocos días u horas de margen.
El recorrido original
En un principio, el recorrido original iba desde la Prisión Provincial, donde el reo era excarcelado y se incorporaba al cortejo empujando el paso de 'La Quinta Angustia' hasta la sede de la Cofradía. Era en ese lugar donde se le proporcionaba ropa y le suministraban los gastos para que regresase a casa. Sin embargo, en 1985 la cárcel fue llevada a Villanubla, por lo que pasó a celebrarse la procesión en la Audiencia de Valladolid.
Tras ello, el cortejo procesional va por distintas calles de la ciudad del Pisuerga para regresar finalmente hasta la iglesia de San Martín, donde entonan la Salve y el reo queda liberado.