“Soy hijo de padres zamoranos, pero yo nací en Medina de Rioseco y he vivido aquí toda la vida. En el barrio de Ajujar, del cual estoy muy orgulloso. Allí hay gente humilde, trabajadora y honrada. Además, gracias a ellos, conocí la Semana Santa ya que allí viven familias que suman generaciones y generaciones en las cofradías”, asegura orgulloso, en el comienzo de esta entrevista, Pablo Rodríguez Santos Tomás.

A sus 32 años, él es el concejal delegado de Reto Demográfico, Gestión de Incidencias, Calidad en Los Servicios, Fondos Europeos, Turismo y Fiestas de la Ciudad de los Almirantes. Además, ejerce la dirección musical de una banda de cornetas y tambores en el lugar y, este año, ejerce como mayordomo del Cristo de la Clemencia, una de las cofradías más importantes del lugar pese a ser fundada en el año 2009.

“Me considero una persona melómana. Colaboro mucho con la banda de música, en la concejalía intento hacerlo lo mejor posible y ser mayordomo de mi cofradía es un auténtico honor”, afirma nuestro entrevistado, al que no le queda mucho tiempo libre en su estresante día a día.

Un hombre que vive, como el que más, una Semana Santa, la de Medina de Rioseco, declarade de Interés Turístico Internacional. 

Una persona inquieta y amigo de sus amigos

“Me considero una persona inquieta, inconformista y sociable. Soy amigo de mis amigos. Tengo muchas ganas de hacer cosas. Verme parado me agobia. Me gusta mucho relacionarme, charlar con los demás”, afirma nuestro entrevistado.

Hay gente que reina en el caos. Pablo es una de esas personas. Estudió cuatro años en León, pero no ha movido su residencia del municipio pucelano. Destaca, de Medina de Rioseco, la forma de vivir todo que tienen los vecinos, de hablar, de relacionarse. Disfruta con cada actividad o con dar una vuelta por la localidad. También con una Semana Santa única, de la que forma parte.

“Rioseco es una ciudad en la que todo se vive muy intensamente. Esto hace que enganche a mucha gente que viene a visitarnos. A los forasteros y turistas, pero también a los vecinos. El eslogan que tenemos que habla de volver a sentir nos define muy bien. Los riosecanos somos puro sentimiento. Defendemos lo nuestro y también lo conservamos y protegemos”, explica.

Tres por uno

Pablo pertenece a la Hermandad del Cristo de la Clemencia desde su fundación en el año 2010. Este año, el pasado Martes Santo, tuvo el honor de servir el paso que fue “algo único” para él, como confiesa. Ese pasado 26 de marzo se encargó de servir al Cristo de la Clemencia.

Pero su trabajo como mayordomo no se restringe solo a eso. También tuvo que preparar el refresco previo y, a lo largo de todo el año, tendrá el deber de representar a la hermandad en todos los actos, también de mantener los enseres de la cofradía y velar por conseguir que todo esté en orden en algo que está haciendo con “orgullo”.

“En lo que respecta a mi labor como concejal, llevo ejerciendo desde el año 2019. David Esteban, el alcalde, me lo puso fácil y, para mí, es un honor servir al pueblo que tanto cariño tengo. En cuanto a la banda, la tercera de las patas de mi vida, conlleva también un gran trabajo. El hecho de tener tantas responsabilidades hace que tenga que vivir la Semana Santa de una forma diferente”, añade.

Una Semana Santa única

Para nuestro entrevistado, la Semana Santa de Medina de Rioseco puede tener tantas definiciones como cofrades hay. Cada uno tendrá su sentimiento de un momento religioso cultural que es arte, tradición y devoción en el lugar. Es el momento que hace el pueblo y que disfruta dicho pueblo.

“Además de ser una Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional, es Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial. Esto es algo que me parece muy importante porque es el legado que pasa de padres a hijos”, concluye.

Pablo siente un amor profundo por ella, pero, también, la responsabilidad por conservarla y transmitirla. Por hacerla llegar a las generaciones futuras con mucho orgullo.

Pablo, un hombre polifacético y comprometido con su pueblo.