Comer cocido siempre es un buen plan. Nadie le dice que no a su sabor tradicional ni a sus múltiples versiones dependiendo del lugar en el que lo comas. Un buen plato de cuchara apetece a los españoles -casi- siempre. Y la Semana Santa es el momento perfecto para saborear este manjar en Castilla y León.
El tiempo anima a probarlo, porque todavía no hace un calor excesivo y sigue siendo un momento perfecto para comer un cocido que ayude a calentar el cuerpo tras un día recorriendo las calles de la ciudad mientras observas los grandes procesiones que desfilan por ellas. En la Comunidad hay mucha variedad en su elaboración, ya que puedes encontrar desde el conocido maragato hasta el montañés o el lebaniego.
También, como ocurre con la variedad en su elaboración, hay distintos lugares donde se puede comer. En el caso de Valladolid existen diversos restaurantes -desde los más tradicionales hasta los más modernos- donde sirven este exquisito plato de cuchara. Sin embargo, hay un establecimiento que destaca muy por encima del resto.
Se trata del Mesón Julio, ubicado en la calle Juan de Juni de la capital, que abrió sus puertas en 1993. Este es el lugar perfecto para saborear el cocido ya que es el plato estrella del restaurante. Un guiso muy tradicional y a la vez con una elaboración muy diferente al resto, que es lo que les hace más especiales.
Pero ¿cuál es el secreto de este peculiar cocido? Pues no es más que las sopas, que tienen dos. Una de fideos y otra de pan, con dos caldos de cocido diferente. Eso es lo que les "distingue" del resto, tal y como afirma Begoña, copropietaria del negocio, en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.
Hace dos décadas que elaboran este manjar que consigue conquistar el paladar de todo el que lo prueba, convirtiéndose en uno de los mejores de la ciudad del Pisuerga. Un local casero donde por unos 22 euros puedes tener un menú que incluye este delicioso cocido, agua y vino y el postre.
Y es que las críticas en las principales plataformas gastronómicas avalan la profesionalidad de este restaurante. "Después de más de 30 años, para mí sigue siendo el mejor de Valladolid", aseguran algunos de los clientes. Otros, sin embargo, ensalzan los "productos de la tierra" que utilizan para su elaboración, donde no falta el sabor de la provincia. Aunque todos coinciden en su sabor "espectacular".
Un peculiar establecimiento donde todo va por encargo. Y es que, según haces la reserva, debes pedirle lo que desees para comer. No es la única delicia que tienen, aunque sí la que más interés despierta, ya que en este pequeño local puedes saborear mollejas de ternera, patatas a la importancia, arroz a la zamorana o chipirones rellenos, entre muchos otros platos.
Un local con treinta años de tradición que ha logrado hacerse con un solete de la Guía Repsol y, lo más importante, convertirse en una referencia en los guisos vallisoletanos. Por ello, es una oportunidad excepcional para visitarles durante esta Semana Santa y degustar el sabor de su tradicional manjar acompañado por un buen vino de la tierra.