Pedrajas de San Esteban es un pueblo vallisoletano que cuenta con una población de 3.382 habitantes. Está situado en la comarca de Tierra de Pinares, a una distancia de 44 kilómetros de la capital provincial.
Además, se trata de una localidad que es conocida por ser el primer productor de piñones de España. Cabe señalar que, sobre todo al sur del pueblo, nos encontramos grandes zonas de pinares, predominando el pino albar y el negral.
Una economía que, aunque bebe de otras actividades económicas, lo hace, principalmente del piñón y, de ello, sabe mucho David Martín Sanz, que es el dueño de El Harnero. Un negocio que nació en el año 2000 y que fabrica unas elaboraciones únicas entre las que destaca su brazo gitano de piñones del lugar, como no podía ser de otra manera.
Una persona de pueblo que “siempre intenta mejorar”
“Me defino como una persona de pueblo que siempre intenta mejorar en todo lo que hace, tanto a nivel profesional como personal. Nací en Pedrajas de San Esteban y llevo toda la vida aquí. Mis padres también nacieron en el municipio”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, David Martín Sanz.
Un hombre de 44 años que recuerda su infancia de forma feliz. De pequeñito veía a sus padres trabajar y trabajar mientras, nuestro protagonista, ya tenía el libro de cocina de la mano y empezaba a experimentar, desde muy temprano. Cuando se dio cuenta de que los estudios no eran lo suyo, decidió hacer un módulo de pastelería en Astorga, con 18 años.
En el municipio berciano estuvo trabajando durante un año y después, en otra pastelería en Íscar hasta que el 15 de diciembre del año 2000 decidió abrir las puertas de El Harnero, en la calle Libertad, 23 de Pedrajas de San Esteban.
Más de 23 años dando el mejor servicio y ofreciendo las mejores elaboraciones a sus clientes.
Una amplia variedad con el brazo de gitano de piñones como protagonista
Además de en Pedrajas de San Esteban, El Harnero cuenta también con otra tienda en Íscar que abrió sus puertas un año y medio después. En total cuenta con 6 trabajadores en Pedrajas y con otros tres en Íscar.
“La relación entre la calidad y el precio que ofrecemos es muy buena. Utilizamos las mejores materias primas. Ofrecemos una elaboración diaria y productos frescos. Esa es la clave del éxito”, añade nuestro protagonista.
En el despacho de Pedrajas de San Esteban venden tres elaboraciones muy preciadas por los compradores como son los hojaldres, que adaptó David a su manera, recordando las elaboraciones de Astorga, además de pastas de té rellenas y, como no podía ser de otra forma, productos de piñón.
“Sin lugar a dudas, nuestra elaboración estrella es el brazo de gitano de piñones. Es lo que más gusta a los clientes y nuestra delicia más vendida. La gente que viene de fuera lo busca y siempre triunfa. También lo hemos adaptado para que se pueda comprar por raciones individuales”, asegura David.
Una elaboración dulce y sabrosa, rellena, que se enrolla en forma de cilindro. Se trata de un bizcocho tradicional que está decorado con los piñones que dan el toque perfecto más característico del lugar.
También venden muchas empanadas. De dos sabores, para que sean frescas y estén hechas, prácticamente, en el momento. Los sabores: de atún y de jamón york y queso. También para chuparse los dedos.
Un negocio que “va a más”
“Nosotros vamos a más. No hay riesgo de que El Harnero cierre en el futuro más cercano. Cada vez hay menos obradores en la provincia. Cuando cierran, es difícil que vuelvan a abrir”, señala David.
Él es un fiel defensor del mundo rural y anima a los jóvenes a instalarse en los pueblos para emprender y abrir sus negocios. “Lo rural está completamente de moda, más aún con la pandemia. Ahora son más las personas que quieren venir a hacer vida al pueblo”, finaliza nuestro protagonista.
El objetivo que persigue David pasa por “seguir trabajando y mejorando” con el fin de “elaborar productos de calidad” para que los clientes salgan contentos y con una dulce delicia de la mano.