En el municipio vallisoletano de Tiedra se ubica el primer centro de interpretación dedicado al mundo de la lavanda. Allí podemos completar un recorrido por sus variedades, lugares y modos de cultivo y, también, saber cómo se extraen tanto los aromas, como conocer la presencia en nuestra cultura de esta planta y las costumbres a lo largo de la historia.

Estos conocimientos se pueden extraer visitando Tiedra de Lavanda. En el edificio anexo, además, nos encontramos con una destilería que está dedicada a la extracción de aceites esenciales, que se ubica en las inmediaciones de extensas plantaciones de lavandas, contando, además, en su instalación, con un campo de ensayo de variedades. En la tienda nos podemos encontrar con flores secas, saquitos, aceites esenciales y artesanía para llevarnos un recuerdo.

Pero, además, en este centro de interpretación ubicado en este pequeño pueblo de 283 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), también podemos comprar cerveza, licores y, en época veraniega, los mejores helados con sabor a lavanda. 

Los comienzos

“Tiedra de Lavanda empieza a funcionar en el año 2019. El edificio que conforma el centro de interpretación cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados y luego contamos con campos de miles de metros que, en los meses de verano tienen un color especial que ayuda a atraer a muchas personas hasta aquí”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Luz Ruiz Cuadrado.

Ella es la CEO de Tiedra de Lavanda desde que abrió sus puertas, tras muchos preparativos, esfuerzo y trabajo, allá por 2019. Tiene 57 años, nació en Tiedra y disfruta de todo el encanto del lugar. También, ofreciéndoselo a los demás. Curiosos que llegan de diversos puntos de España para gozar con el color morado.

“Nosotros intentamos dar a conocer la historia de la lavanda. Sus valores y la presencia en nuestra cultura. Los meses de verano son los que recibimos a más personas, que vienen vestidos de blanco para hacerse la foto con nuestros campos”, añade nuestra entrevistada, orgullosa.

Desde el 21 de junio se preparan para comenzar con la actividad veraniega, pero, a lo largo de todo el año, reciben en el lugar a personas interesadas en la lavanda.

Cervezas, helados o licores

“Vendemos y comercializamos miel de lavanda de apicultores que vienen a nuestros campos. También contamos con aceite esencial y productos naturales elaborados con lavanda. Todos son artesanos. Saquitos de lavanda, jabones y otros productos que llaman la atención”, asegura Luz.

También lo llaman las cervezas de lavanda, los licores, los helados o las pastas de lavanda que son elaboradas por Hermanos Marbán.

“En verano contamos también con el helado de lavanda que lo hacen desde Xokoreto, en Castronuño. Están muy ricos, son artesanos y se venden en La Lavandeta que es un añadido con el que contamos en los meses de verano. Están riquísimos”, apunta nuestra protagonista.

Productos variados y novedosos que llaman la atención de los curiosos que acaban probándolos.

Futuro

“Nuestra cultura está abierta a experimentar. Estos productos dan un sentido más a la visita cuando llegan los turistas hasta aquí. La lavanda forma parte de la vida de todos. Yo cuento con recetas de los moriscos como planta de condimento. En el tema culinario es muy novedoso”, añade Luz Ruiz Cuadrado.

Mirando al futuro, desde Tiedra de Lavanda lo ven “de forma esperanzadora” con el fin de “afianzar lo que tenemos” y de “completar otras cosas”. El objetivo pasa por “desestacionalizar la actividad”. Es una de las asignaturas pendientes.

“Queremos que la gente venga en otras épocas del año. No solo en los meses de verano. Somos un reclamo real y quiero poder trabajar el centro en otros momentos del año”, finaliza la CEO de Tiedra de Lavanda.