El melón está abierto. Y lo está en el momento más crucial de la temporada, donde lo deportivo, como debiera ser, es lo único que ha de importar. Sin embargo, Ronaldo parece obviar esta parte y sin ningún tipo de rubor decidió reconocer públicamente, por primera vez, que el "Valladolid será el próximo" en vender. Sin embargo, lo único verdaderamente reseñable es que todavía queda camino para completar el "legado", como él llama a su proyecto, del que tantas veces ha presumido el brasileño, que dejará.
Las palabras que han desatado toda esta polvareda llegaron durante el acto de presentación del nuevo propietario del Cruzeiro, club que pertenecía hasta ahora al astro brasileño, el pasado lunes. Así, tras deshacerse de los azules, puso en el foco al equipo de la ciudad del Pisuerga y lo hace con todo en juego en una temporada determinante para los intereses económicos del club, que están especialmente supeditados a un posible ascenso a Primera División. Y es a partir de ahora cuando habrá que esperar al desarrollo de los acontecimientos, ya que lo lógico invita a pensar que Ronaldo todavía permanezca un tiempo en la ciudad vallisoletana hasta completar su proyecto.
Es cierto que Ronaldo siempre dejó claro que no estaría para siempre en Valladolid y que su objetivo era sacar rédito económico a su inversión aquí, pero lo que en otras ocasiones fue una negativa cuando fue preguntado sobre rumores de ventas, esta vez se tornó en una realidad que no fue negada. Y parece que ni el momento ni las formas han sido las más acertadas.
Cabe señalar también que de momento todo se resume en esta pequeña declaración de intenciones del astro brasileño, que profirió con una carcajada previa como si de una noticia meridiana se tratase, y que seguramente todo acabe dilucidándose con el paso de estos próximos meses. Además, tal y como precisaron varios medios de comunicación de la ciudad, el club rebajó las palabras del mandatario y aseguró que Ronaldo no tiene previsto vender a corto plazo, por el momento. Y es que la operación puede ser especialmente cambiante en función de la categoría que ocupe el primer equipo la próxima temporada. Principalmente porque una de las obsesiones del propietario blanquivioleta siempre ha sido estabilizar al equipo en la máxima categoría, algo que de momento está lejos de producirse.
El periplo hasta ahora de Ronaldo en Pucela
Ronaldo Nazario desembarcó en Valladolid el 3 de septiembre de 2018, ahora hace casi seis años. Más de un lustro de recorrido que dan lo suficiente para poder hacer un análisis de lo hecho y lo que todavía está sin hacer. A lo largo de su trayectoria en la ciudad del Pisuerga, han sido muchas y llamativas las declaraciones del brasileño.
Quizás la que más resuena, y a día de hoy todavía es recordada, pero porque no se ha cumplido ni es ya posible, es en la que aseguró que "en cinco años lo normal es que el Valladolid pelee por jugar la Champions". Esto ocurrió en septiembre de 2019. Ahora, en mayo de 2024 está a pocos meses de cumplirse el plazo, pero ya es irremediablemente imposible dado que el Pucela se encuentra en Segunda División.
Y es que desde que Ronaldo cogiese la propiedad del Real Valladolid en 2018, el astro brasileño acumula dos descensos y un ascenso, a expensas de saber si se materializa el de este año. Lo cierto es que a nivel deportivo el famoso "legado" que tanto repite no ha cumplido para nada las expectativas, dado que el club se ha visto sumido en la mediocridad deportiva que le ha caracterizado durante todo el siglo XXI, sin que haya sido patente ningún salto en este respecto.
Este es uno de los grandes 'peros' a la gestión de Ronaldo. Lejos de observar una estabilidad en este sentido, la realidad ha dejado un reguero de vaivenes en las decisiones deportivas. Además, la opacidad en cuanto a los movimientos de jugadores, especialmente en el apartado de ingresos, que no se ha visto luego traducido en las llegadas, dejan una ristra de dudas entre los aficionados. Todo ello agravado con dos descensos y un único ascenso en tres años.
Lo que parece clarividente, eso sí, es que Ronaldo parece convencido de lograr esa estabilidad en la máxima categoría del fútbol español. Y es aquí desde donde han incidido desde su llegada, desde distintos estamentos del club, asegurando que el brasileño no se marchará hasta lograrlo. Lo que parece evidente es que, de ser así, su permanencia aquí todavía estaría ligada por un tiempo, aunque las declaraciones del lunes abren las dudas de lo que pasaría en caso de ascenso esta misma temporada.
Sí que ha cumplido en otras cuestiones. Ronaldo ha dado un salto reseñable en nivel de infraestructuras, aunque le queda por cerrar su gran proyecto, que es el de la ciudad deportiva, pero de este apartado hablaremos más adelante. La modernización de las instalaciones, especialmente lo que ataña a las oficinas, vestuarios, salas de grabación, reuniones y prensa, es visible y clarividente, nadie puede negarlo.
También la eliminación del foso, una gran demanda histórica de muchos aficionados, que tras una importante inversión, todo hay que decirlo, se vio hecha realidad ahora hace ya algunos años. También desde que llegase Ronaldo se han cuidado detalles que, por muy desapercibidos que puedan pasar, son determinantes a la hora de profesionalizar aún más el club.
Uno de ellos es el césped. El Real Valladolid se ha colocado como un referente nacional, aunque fue protagonista de un desagradable episodio ante el FC Barcelona, cuando se convirtió en portada internacional por las lamentables condiciones del campo cuando los blaugranas visitaron el feudo blanquivioleta ahora hace ya unos pocos años. Esto se debió a que no hubo casi margen de maniobra y los tiempos no fueron respetados a la hora de plantar el nuevo césped, pero tras ello y la correspondiente multa económica, lo cierto es que el José Zorrilla se ha erigido como uno de los mejores campos de España en este sentido. Y no han vuelto a fallar desde entonces.
Pero el gran debe de Ronaldo es, todavía a día de hoy, la famosa Ciudad deportiva. Aunque desde su llegada se han aumentado las instalaciones de los Anexos al José Zorrilla, con la inclusión de un nuevo campo de entrenamiento para la cantera y la renovación y conversión de césped natural de otro de ellos para el primer equipo. También se dotó al Promesas, el equipo B, de otro campo de césped natural, que antes era donde entrenaba el primer equipo. Se incluyó asimismo una visera en la grada para comodidad de los aficionados que acudan a los Anexos.
Al margen de todo esto, el proyecto de la Ciudad deportiva está totalmente encallado, con múltiples intentos a las espaldas sin lograr, por el momento, que acabe de ver la luz. Este es un proyecto que se inició prácticamente desde el desembarco de Ronaldo en Valladolid, sumado a la compra del estadio, aunque las distintas embestidas del equipo del astro brasileño para hacer efectivo este segundo punto cayeron en saco roto ante la negativa del anterior equipo de Gobierno municipal, liderado por el ahora ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. Esto finalmente parece haber sido descartado por completo.
Con la compra del estadio abortada, al menos aparentemente, tampoco el actual equipo de Gobierno municipal de PP y Vox parece muy predispuesto en este punto, Ronaldo vio como la llegada de las elecciones de mayo del año pasado volvieron a plantar un muro para la creación de la Ciudad deportiva.
El convenio con el Ayuntamiento de Valladolid estaba ya sobre la mesa, listo para firmar e iniciar los trabajos, pero Puente optó por dejar al Gobierno entrante que fueran ellos quienes estampasen la rúbrica. Sin embargo, todo quedó paralizado por el nuevo proyecto de Jesús Julio Carnero, actual regidor, que también incluía la reforma exterior del estadio y por lo que habría que redactar un nuevo documento.
Aunque las negociaciones, previsiblemente, avanzaban hacia buen puerto, en los últimos meses se ha ratificado ese estancamiento que ya se vislumbraba desde hacía tiempo. Así, Ronaldo se encuentra ahora ante la tesitura de lograr, por enésimo intento, desencallar un proyecto por el cual se le resiste y que no ha logrado sacar adelante.
Y es este, posiblemente, uno de los grandes motivos y deberes que le aten, aún, a Valladolid. De fructificar, es posible que sea un punto determinante a la hora de inciar, ya sí, finalmente la venta del club y decir adiós a la ciudad del Pisuerga y habiendo dejado su ya famoso "legado".
El día que la confianza de la afición en Ronaldo desapareció
Ronaldo comenzó su andadura en la ciudad del Pisuerga con múltiples promesas. Siempre alardeó de que su premisa sería escuchar a la afición. Incluso lo llegó a llevar a efecto, cuando en una campaña de abonados se incrementó el precio de los carnés y, tras las múltiples quejas y reclamaciones, el club decidió rectificar y volver a mantener el de temporadas anteriores.
Sin embargo, en junio de 2022 la decisión unilateral de cambiar el escudo, con un nuevo supuesto rediseño del original, aunque con la eliminación de varios elementos claves, acabó por detonar todo atisbo de buena relación. El movimiento contra el nuevo blasón fue una aclamación popular, hasta el punto de que esto llegase incluso a convertirse en un monotema en la actualidad del club.
No fue hasta la presente temporada cuando, por fin, Ronaldo volvió a rectificar, aunque esta vez tarde, ya tras una temporada y media con su nuevo escudo brillando en la camiseta blanquivioleta y con solo unos pocos identificándose con él. Finalmente, se llevó a cabo algo inédito, un referéndum para decidir cuál sería el escudo.
No obstante, en este intento de volver a dar voz a la afición, cuando la había obviado previamente y la cual ya había advertido antes de que se hiciera realidad que no lo toleraría, tuvo que volver a protagonizar una nueva marcha atrás. Y es que el referéndum anunciado por el club en una primera instancia volvió a ser objeto de múltiples quejas por las condiciones en las que fue anunciado.
Una vez más, el club tuvo que volver dos pasos hacia atrás y ya, esta vez sí, sacar un nuevo referéndum en unas condiciones que eran justas para un proceso de este tipo. El resultado, obviamente, fue clamoroso y la afición eligió en masa el escudo inmediatamente anterior al actual, que regresará a la camiseta del Real Valladolid a partir del 1 de julio de 2024.
Ha sido este punto el que ha acabado con la paciencia de la afición, a pesar de lograr el regreso del anterior escudo. La confianza es casi nula y muestra de ello son los cánticos que han sonado en más de una ocasión en el estadio José Zorrilla contra Ronaldo y su equipo. Una distancia que parece ya insalvable y que ha hecho mella en el astro brasileño y en sus intenciones de cara al futuro.
Lo que parece claro es que Ronaldo, antes de partir de Valladolid, ha puesto el foco en el cumplimiento de algunas de sus promesas, aunque el melón de una posible venta ya está abierto y los acontecimientos de los próximos meses marcarán los movimientos venideros del astro brasileño en la ciudad del Pisuerga.