El próximo viernes, 10 de mayo, la Audiencia de Valladolid va a celebrar el juicio por el presunto asesinato de un joven de 27 años en una sala de fiestas que se ubica en la localidad vallisoletana de La Cistérniga. La Fiscalía pide 22 años de prisión para R.A.S. acusado de un presunto asesinato, también está acusado de un delito de amenazas y de otro de tenencia ilícita de armas. También se sentará en el banquillo C.S.S. acusada de un delito de tenencia ilícita de armas.
El escrito de acusación, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León, explica que minutos antes de las 1.30 del día 1 de agosto de 2022, R.A.S. y C.S.S., procedentes de Salamanca, llegaron acompañados de otras personas a bordo de un vehículo, al recinto privado conocido como ‘La Fiestuki’, que se ubica a la altura del punto kilométrico 355 de la carretera N-122, dentro del término municipal vallisoletano de La Cistérniga.
En el lugar se encontraba ya B.L.C., quien llevaba, como apunta la Fiscalía, “documentación de identidad falsa correspondiente a un inexistente ciudadano de origen portugués.
Dentro del recinto se inició una discusión entre B.L.C. y R.A.S. cuyo motivo se desconoce, en el transcurso de la cual “B.L.C. cogió una barra de hierro con la que intento amedrentar a R.A.S.”. Según apunta el escrito, R.A.S. “reaccionó dejando ver una pistola que llevaba en la cintura, siendo observado todo por C.S.S. que se encontraba próxima a donde comenzó la discusión.
“Al ver la pistola, B.L.C se envalentonó retando a R.A.S a que disparase. La violenta situación fue vista por personal del establecimiento que le quitó la barra a B.L.C., desarmándolo y conminó a los dos hombres a que salieran del recinto para no causar mayores problemas en el interior”, apunta el Ministerio Fiscal.
Ambos se encaminaron solos al exterior. B.L.C. se quitó la camiseta mientras que R.A.S., antes de salir, se digirió a uno de los empleados intentando darles el arma diciendo: “toma la pistola que al final le pego un tiro”. El empleado no accedió a recogerla.
Una vez fuera, el a la postre fallecido, desnudo de cintura para arriba y desarmado, le gritaba a R.A.S frases como “saca lo que tienes ahí” o “mátame si tienes cojones, mátame”.
Fue ahí cuando R.A.S., como apunta el escrito de la Fiscalía “con el propósito de acabar con la vida de B.L.C” empuñó la pistola” para “a escasa distancia y sin posibilidad de fallar el tiro, efectuó un solo disparo que impactó en el pecho a B.L.C. hiriéndole de muerte”. La Fiscalía apunta que el fallecido “no tuvo ocasión de defenderse del ataque”.
A continuación R.A.S. intentó la huida junto con C.S.S pero los empleados habían cerrado la puerta de acceso de vehículos del recinto y permanecían próximos a la puerta de acceso para impedir esta huida.
“O te quitas o te pego un tiro a ti también”, aseguraba R.A.S. a estos empleados mientras pedía a C.S.S. el arma en el coche. Los empleados, ante el temor de que cumpliera las amenazas, dejaron marchar a ambos del lugar.
El hombre herido mortalmente tuvo que ser trasladado al Hospital Clínico para ser tratado de las heridas, pero, finalmente, falleció en la Unidad de Reanimación del hospital a las 11.30 horas del 1 de agosto de 2022, por fracaso multiorgánico.
Tras los hechos, R.A.S. y C.S.S. estuvieron en paradero desconocido hasta que fueron detenidos el 31 de agosto por agentes de la Guardia Civil en Salamanca.
En el salón de la vivienda y con plena disponibilidad para su uso, como se recoge en el escrito de la Fiscalía, los agentes encontraron una pistola semiautomática de la marca Llama, modelo Police, del calibre 8 mm que fue, según apunta la Fiscalía, el arma que “disparó R.A.S. en la madrugada del 1 de agosto de 2022 contra B.L.C.”
La Fiscalía apunta que ambos acusados carecían de licencia para la posesión de armas de fuego y que en el momento del fallecimiento B.L.C.
Respecto de los dos acusados, se acordó la situación de prisión provisional en fecha 2 de agosto, permaneciendo R.A.S. en dicha situación. C.S.S. estuvo en prisión provisional hasta el 7 de septiembre de 2022, en la se acordó su puesta en libertad.
Los hechos relatados, como ha apuntado la Fiscalía son constitutivos de un delito de asesinato, otro de amenazas y otro de tenencia ilícita de armas.
A R.A.S. se le imputan los tres. Se piden 17 años y medio de prisión con inhabilitación absoluta por el de asesinato. Por el de amenazas un total de dos años con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y por el delito de tenencia ilícita de armas de dos años y seis meses de prisión con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena. En total 22 años de prisión.
La Fiscalía también pide para C.S.S. dos años y seis meses de prisión un delito de tenencia ilícita de armas.