Era a mediados del mes de abril cuando Julio Pereda, el diputado de TLP, visitaba la localidad de Villalba de los Alcores y otros municipios de la comarca de Montes Torozos, de la mano del colectivo SOS Montes Torozos. Todo para comprobar, in situ, el “grave problema” que están sufriendo los habitantes de la zona “con la implantación a gran escala de parques de aerogeneradores”.
“Es desolador ver como, con la proliferación de cientos de instalaciones eólicas y fotovoltaicas, ubicadas en suelo rústico no urbanizable, algunas comarcas de Valladolid y de Castilla y León se han convertido, en muy poco tiempo, en centrales de energía que ocupan extensiones inmensas de terreno. En algunos casos condenándolas de por vida”, apuntaba el diputado.
Desde el partido se mostraban “a favor” de las energías renovables, pero, “nunca a favor de que para su obtención se sacrifique el medio natural” y “el futuro de comarcas enteras” porque “no hay dinero que compre esto”.
Ese día anunciaban, además, que registrarían en la Diputación de Valladolid una iniciativa para incluir en el pleno de abril, con la que propondrían una serie de medidas para evitar que “el futuro de algunos pueblos quede condenado para siempre” a causa de “la invasión de parques eólicos y fotovoltaicos”.
La moción para solicitar a la Junta de Castilla y León una moratoria de todos los proyectos de plantas eólicas y fotovoltaicas hasta la aprobación de un plan de ordenación territorial de los recursos energéticos fue aprobada por unanimidad en la Diputación y, desde la formación, aseguraban que “esperan que la Junta tome en consideración y pronto dote a la Comunidad de la legislación” con el fin de “regular ordenadamente la transición energética en nuestra provincia”.
Uno de los lugares que visitó Pereda fue la Granja Biodinámica Navillas que se ubica en la carretera VA-VP4502, en el kilómetro 6-7, dentro del municipio de Navabuena, y en la provincia pucelana. Una finca agrícola que cuenta con 55 años de historia, que se dedica a la carne de vacuno, y que está sufriendo en sus carnes esta proliferación desmedida de las renovables y la instalación de parques fotovoltaicos y eólicos en la zona.
“El problema con el que venimos luchando desde hace años radica en la instalación de una línea de alta tensión, procedente de Trigueros del Valle y que va hacia la Mudarra, por parte de Parque Eólico Cerrato VI. Inicialmente, y según el proyecto de 2020, iba por el lindero de nuestra finca, pero cambió su trazado y nos atraviesa por la parcela de regadío, afectando también a nuestra línea de agua del pozo. Además, influye en la zona en la que pernoctan y pastan las vacas con sus crías”, confiesa Lourdes Contreras Leiva, propietaria de la finca.
Lo hace a la llegada de EL ESPAÑOL de Castilla y León hasta el lugar. Nos desplazamos para vivir, in situ, la amenaza que sufre esta agricultora y ganadera que cogió las riendas de la explotación allá por el año 2013, cuando se jubiló su padre.
“Solo pedimos que esta infraestructura de evacuación, esta línea de alta tensión, vaya por el trazado inicial y para el que se hizo el estudio medioambiental. Que utilicen los linderos y no seccione mi granja”, añade nuestra entrevistada que apunta que “necesitamos una normativa que proteja la producción de alimentos, la sostenibilidad de las explotaciones agroindustriales, así como la biodiversidad y la cultura en las zonas rurales frente a la especulación”.
Una granja con 55 años de historia
“Soy una persona que tiene muchas inquietudes. Me encanta el campo y me gusta formarme e implantar nuevas cosas en la finca, siempre, respetando lo anterior. He pasado toda la vida aquí. Mi padre la compró con 22 años y él lo ha hecho todo. El lugar cuenta con 55 años de historia”, asegura, hablando de la Granja Biodinámica Navillas, Lourdes.
Nuestra entrevistada tiene 51 años y antes de coger las riendas de la finca, en 2013, por la jubilación de su padre, ha hecho de todo. Contaba con un centro de mayores y también con uno de FP en Valladolid, pero lo dejó todo para dedicarse, en cuerpo y alma, a su querida finca.
Son en total 45 hectáreas en las que cuenta con 125 cabezas de ganado, en su amplia mayoría de vacuno. Podemos ver vacas, toros y terneros. El producto final pasa por ser esta carne de vacuno que llega hasta el cercano matadero de Medina de Rioseco.
“Las vacas nodrizas que pastan son alimentadas con los productos cultivados en la propia explotación. Tienen los terneros que, tras ser destetados de las madres, son cebados en la granja hasta que se venden para el consumo de carne”, explica nuestra protagonista.
El trabajo en la finca se basa en un sistema de granja eficiente sostenible. Para ello, comienzan por el cultivo de la alimentación de los animales. En secano con forrajes ecológicos, y en regadío mediante agricultura de precisión.
“Como sustento y método para enriquecer la tierra y los cultivos utilizamos la agricultura biodinámica, aprovechando el compost orgánico de los animales, los preparados elaborados en la propia granja, y un calendario astronómico que favorece el desarrollo de los procesos naturales”, afirma la vallisoletana.
Una pequeña agroindustria que apuesta por la sostenibilidad energética, utilizando las energías renovables eólica y fotovoltaica, en forma de autoconsumo. Hay que ver cómo es la vida que ahora se ve amenazada por ellas.
Una amenaza para su granja y el caso en el juzgado
“Están viniendo empresas que quieren poner aerogeneradores y placas fotovoltaicas. Nosotros hemos dicho que no porque tenemos nuestra actividad y filosofía y queremos seguir con ello. Consideramos que estas formas de energías renovables deben de colocarse en puntos que no afecten al día a día de los ciudadanos o de granjas pequeñas, como la nuestra, biodinámica y que no hace daño a nadie”, explica Lourdes.
La dueña de la Granja Biodinámica Navillas afirma, hablando ya de su caso particular, que “Parque Eólico Cerrato VI elaboró, dentro de su proyecto, el trazado de las vías de evacuación y sus cables de alta tensión desde Trigueros del Valle y hasta la Mudarra por los linderos aledaños” a su finca. Fue en el año 2020.
Sin embargo, en el 2022, “se cambió el proyecto y esas vías de evacuación pasan por nuestra explotación”, afirma Lourdes. Explica que esa “línea de alta tensión atraviesa una parcela pequeña de regadío y también otra en la que pastan las vacas”.
“Además, nuestro pozo cuenta con una línea de agua que va hacia el ganado y los edificios. En esta modificación del proyecto de 2022 la línea de alta tensión va a pasar por debajo de mi línea de agua y no sé cómo va a afectar a los animales. Yo creo que mucho”, afirma indignada, y no es para menos, nuestra entrevistada.
De hecho, informa que este año “está teniendo bajas”. En concreto de dos vacas que “se han muerto de repente”. También menciona “daño” que las obras de las empresas de energías renovables “están ocasionando en el suelo” con las perturbaciones que, de momento, parece que han parado a la espera de resolución judicial.
El conflicto, como explica la dueña de la finca, está en el juzgado. “Nosotros pedimos que esta infraestructura de evacuación se realice por donde estaba marcado en el proyecto del año 2020, que vaya por el lindero. Entre nuestra finca y la del vecino hay terreno para que pueda pasar este cable de alta tensión”, asegura.
Lourdes Contreras Leiva añade que el tema está judicializado también porque “han pedido un plano que no le dan” para “conocer todos los detalles” y “saber cien por cien, cómo le afecta la infraestructura de evacuación”. Está pendiente de noticias desde dicho juzgado y ha ido alegando a medida que el caso evolucionaba.
No todo en la vida es el dinero
“No queremos dinero. Solo que estos proyectos y sus líneas de alta tensión e infraestructuras de evacuación no afecten a nuestra explotación ni a la salud de los animales. No ha venido nadie a ver la finca para realizar el proyecto. Quieren negociar para pagarnos y que les dejemos pasar. Hay personas que solo quieren dinero, lo respeto, pero nosotros únicamente buscamos seguir con lo que venimos haciendo desde hace años”, afirma nuestra entrevistada que añade que “no está en contra de las energías renovables”. De hecho, ella las usa en su explotación, pero pide que “se respete la propiedad de cada uno”.
La dueña de la granja añade que “las administraciones públicas no escuchan a los ciudadanos” y pide “una ley que respete las zonas de producción, las actividades sostenibles y los pueblos” para que este escenario, cargado de molinos y placas que podemos contemplar en la zona de Montes Torozos, no vaya a más.
“Las administraciones tienen que ver que los ciudadanos somos todos, no solo las grandes empresas. La solución es esa, una normativa que respete la producción agropecuaria y la reorganización del territorio, lo que se ha propuesto desde la Diputación de Valladolid en el último pleno”, añade.
El próximo sábado, 25 de mayo, se celebrará desde las Cortas de Blas una marcha informativa. Se va a dar un paseo de dos horas por la zona para denunciar el aumento “desmesurado” de las placas fotovoltaicas en Montes Torozos. También de los molinos.
La lucha de Lourdes seguirá para evitar que esa infraestructura de evacuación de este proyecto de energía renovable no pase por su granja. Así lo promete.