El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, y el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, han formalizado esta mañana el convenio de colaboración para la rehabilitación de iglesias y ermitas en la provincia de Valladolid. La aportación final que se destinará para acometer actuaciones de conservación y reforma de estas estructuras es de 1.200.000 euros, de los que 500.000 son aportados por la Diputación de Valladolid, el otro medio millón de euros el Arzobispado y los 200.000 euros restantes los ayuntamientos de cada municipio. Esta financiación tiene carácter bianual y se desarrollará en el ejercicio 2024/2025.
La renovación de esta vía de colaboración persigue conservar los inmuebles, poner en valor el uso turístico y garantizar el uso respetuoso para el desarrollo de actividades culturales y lúdicas. De esta manera, las actuaciones prioritarias se enfocarán en las estructuras que precisan una intervención inmediata como la rehabilitación de muros, bóvedas, tejados, eliminación de las humedades o la renovación de pavimentos con el fin de conservar la estructura de los templos eclesiásticos.
En esta línea, el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, agradeció mantener esta vía de colaboración destinada a la rehabilitación de iglesias y ermitas en los municipios de menos de 20.000 habitantes. En su intervención, recordó las obras acometidas durante el pasado año. Un total de 58 intervenciones se llevaron a cabo en la provincia de Valladolid, una circunstancia que supuso un “gran esfuerzo económico”, pero que se logró completar “todas las peticiones en lista de espera”.
“Nuestro patrimonio siempre precisa atención, queremos garantizar el uso religioso de los edificios para ello es preciso seguir desarrollando actuaciones. Es prioritario solventar las deficiencias estructurales, lo ornamental queda en un segundo plano”, reiteró el presidente de la Diputación, añadiendo que estas reformas suponen un valor significativo para los vecinos de los municipios. “Son estructuras que identifican porque forman parte de la vida cotidiana”, afirmó. También precisó que la Diputación de Valladolid trabaja para mantener el convenio de las Edades del Hombre y el proyecto para poner en valor los pendones.
Además, se refirió a la apertura de los templos como edificios turísticos. En el caso de que llegue un visitante, el presidente de la Diputación valoró la gestión de una oficina de turismo comarcal para que los turistas puedan acceder a la iglesia sin que se encuentre con el edificio cerrado. “La gestión no es sencilla y la aportación del convenio es una pequeña” que no da para que una persona se dedique plenamente a esta tarea.
Por su parte, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, mostró su satisfacción y agradecimiento por dar continuidad a este acuerdo. “Los ciudadanos son los protagonistas, a través de sus impuestos hacen que la Diputación, el Estado y la Iglesia tengan un presupuesto dedicado a estas tareas. La Iglesia recibe este dinero por la aportación que realizan sus fieles que participan en la vida de la iglesia o a través de la Declaración de la Renta marcando la casilla a favor de la iglesia”, manifestó.
El arzobispo de Valladolid presumió del valor que los ciudadanos dan a las iglesias y ermitas de la provincia. “Observo con los representantes municipales que sea cual sea el signo político o el carácter religioso hay preocupación por su buena conservación”, apuntó.
En esta línea, indicó que el esfuerzo realizado por las instituciones es “grande” y preciso que no incluye los edificios que sin Bienes de Interés Cultural (BIC), ya que es la Junta de Castilla y León quien gestiona estas peticiones. Asimismo, Argüello mostró su preocupación por la despoblación de los municipios, una situación que influye en “a la hora de afrontar las deficiencias de las estructuras”, aunque precisó que los municipios vallisoletanos se encuentran en buen estado.