Melania Ruiz Vian nació en Palencia y tiene 33 años. Alicia Hurtado Martín tiene 31 y nació en Valladolid. Ambas viven, en la actualidad, en la localidad vallisoletana de Aldeamayor de San Martín y se van a lanzar a la aventura de abrir un nuevo negocio las dos juntas, tras meses de preparativos y de mucho trabajo.
Melania era auxiliar de enfermería y Alicia jefa de cocina. La primera, amante de la lectura, de la música, de pasar tiempo con sus amigos, su pareja, sus hijos y disfrutar de una buena película en el cine. A la segunda, le apasiona pintar, estudiar japonés y pasar tiempo con sus amigos, su marido e hijos. También, gozar de la naturaleza y marcharse unos días al Norte para pasarlo en grande en la costa.
Será el próximo 1 de junio, cuando si todo sale bien, abrirán su centro de ocio infantil en la localidad vallisoletana.
Sus vidas y el cambio
“Perdí a mi madre muy joven, con siete años. Me crié junto a mis hermanos, con mis abuelos. Me independicé pronto y comencé a trabajar en residencias y cafeterías. Tuve a mi primer hijo con 21 años y al segundo con 28”, asegura Melania en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León hablando de su vida.
Por su parte, la experiencia vital de Alicia ha estado cargada de “viajes y mudanzas”. Se independizó muy joven. Conoció a su marido y “tuvo dos hijos” que le “aportaron la estabilidad que siempre había querido” sumando a su bebé y valorando, enormemente, “el apoyo incondicional que te da la familia”.
“Estaba cansada de las residencias porque, en el sector privado, y encima de noche durante ocho años, las condiciones son lamentables”, afirma Melania. Siempre ha querido tener un “negocio propio” que estuviera “relacionado con la infancia”.
“Pensé que sería bueno, en un pueblo donde hay muy pocos espacios de ocio dedicados a nuestros pequeños, tener la iniciativa de crearlo. Pensé en una de mis mejores amigas para hacerlo y aquí estamos ambas”, afirma Melania.
Alicia también recogió el guante, muy pronto. Sin dudarlo. Siempre ha querido tener también su propio negocio y le encanta “todas las actividades que tengan que ver con la infancia”. “Estaba tranquila hasta que Mel se sentó en el sofá de mi casa y puso nuestro mundo a volar en este gran sueño que, con mucho esfuerzo, se está haciendo realidad”, añade Alicia.
La idea
“La idea surge en la jornada de noche de la residencia pensando en lo bonito que sería trabajar con niños. El nombre y el concepto de Ohana se le ocurrió a Alicia. Tomando un café, un día, nos emocionamos y dijo: “Somos Ohana”. A ambas nos gusta mucho el mundo Disney y, sobre todo, Stich. Ohana significa familia y nos pareció algo tan bonito y tan real en nuestra situación que decidimos que nuestro negocio tenía que ser el reflejo de esto”, explica Melania.
El día 1 de junio abrirán su centro de ocio infantil Ohana. Va a estar ubicado en la calle Valladolid de Aldeamayor de San Martín y esperan que su propuesta tenga una buena acogida entre los vecinos de la localidad y también entre las personas de fuera para crecer, poco a poco.
“Por las mañanas tendremos campamentos de día. Todo para esos padres trabajadores que no pueden conciliar vida familiar y laboral. Por las tardes, dedicaremos la sala a celebraciones de cumpleaños o juego libre”, nos confiesan nuestras entrevistadas.
Todo, en un espacio de 140 metros cuadrados en el que trabajarán nuestras dos protagonistas.
Una aventura con la esperanza de que funcione
“Esperamos que sí que triunfe. Tenemos grandes proyectos de futuro para los niños y los no tan niños de Aldeamayor y alrededores. Queremos que dé un poco de vida al pueblo con nuestras actividades, talleres y demás, para que los niños se diviertan”, confiesa Alicia.
Ambas aseguran que les “da miedo la aventura”. Pasan de un trabajo estable y seguro a una propuesta cargada de riesgos. “Ser autónomo en este país da miedo, pero estamos recibiendo mucho apoyo del Ayuntamiento y de la Asociación Ayeal, lo que nos tranquiliza y da ilusión”, añade Melania.
El objetivo y el deseo de ambas pasa por conseguir que su negocio funcione y “hacer algo más grande en un futuro”. “Esperamos que nunca tengamos que colgar el cartel de se cierra y dejemos a nuestros niños sin un lugar para divertirse y aprender”, finalizan nuestras entrevistadas.