Noelia tiene 24 años y es pucelana. Luis nació en Madrid, pero su familia es de Valladolid. Prácticamente podríamos decir que es un pucelano adoptivo. Llevan siendo pareja un total de siete años y, esta tarde, esperaban la llegada de La Leyenda del Pisuerga a Las Moreras para celebrar el ansiado ascenso.
“Llevamos, más o menos, cinco años de socios del Real Valladolid”, asegura Luis. “Ha sido una auténtica locura. Hasta el último momento no sabíamos qué iba a pasar. Cuando marcaron el penalti fue un subidón”, apunta Noelia.
Ambos, enamorados del Pucela como los miles y miles de fieles que se agolpaban por las calles de Valladolid en una tarde mágica tras certificarse el tan ansiado ascenso. Dicen que solo es fútbol, pero no. El fútbol es algo más y mueve pasiones y emociones. Es algo indescriptible.
“Cuando marcó Sylla el gol pensábamos que se podía conseguir, pero tenemos malas experiencias. El Villarreal tuvo un palo ahí, pero, afortunadamente, estamos en la celebración”, añade Luis.
No tuvieron mucha fiesta a lo largo de la noche del domingo. Había que trabajar, pero han vivido con gran emoción esta jornada del lunes, 27, en unas calles de Valladolid que se han abarrotado ante el ascenso.
“Ser del Pucela es una pasión. A ver, si con suerte, conseguimos mantenernos en Primera. Esta gente nos tiene acostumbrados a subir y bajar, pero hay que confiar”, señala la pareja en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
Una historia de amor, la de Noelia y Luis, preciosa que se alarga ya durante más de siete años, como ese amor que tienen al Pucela que dura toda la vida.