La Policía Nacional ha detenido a un hombre en el marco de la lucha contra la explotación laboral. La investigación comenzó en noviembre del año pasado cuando un varón, que contrataba a personas en situación de necesidad, les sometía a condiciones abusivas sin contrato laboral ni darles de alta en la Seguridad Social. 

Los agentes pudieron comprobar las condiciones extremas a las que eran sometidos. Trabajaban como repartidores de mercancía y tenían que cumplir un horario de 06:00 horas hasta las 23:00 horas de lunes a sábado. Tampoco tenían derecho a vacaciones ni días libres.

Pero esto no era todo, ya les pegaba 45 euros por 17 horas de trabajo, incumpliendo incluso con esto dado que no les llegaba a pagar tal cantidad de dinero. 

Utilizaba la empresa unipersonal de la que su esposa era titular, dedicada al reparto de paquetería por la provincia de Valladolid. Era él quien se encargaba de recoger la mercancía del almacén y, una vez cargada en la furgoneta, se la entregaba a los trabajadores irregulares para su reparto. 

El individuo se encargaba de dar a los trabajadores las instrucciones de no figurar en las entregas y no decir nada si eran identificados por las autoridades. Tras prestar declaración en dependencias policiales, el detenido fue puesto en libertad.