¿Te imaginas dormir como un auténtico rey? En Valladolid es posible gracias a la Residencia Real Castillo de Curiel, una fortaleza medieval ubicada en plena Ribera del Duero y sobre la roca de un cerro, a casi 1.000 metros de altura del municipio vallisoletano de Curiel de Duero, que hoy funciona como hotel-restaurante. 

Se trata del castillo más antiguo de la provincia vallisoletana. Sus orígenes plenamente documentados se remontan al siglo XII, aunque en sus laderas se han encontrado vestigios visigóticos del siglo VII y hasta una moneda romana del emperador Arcadio del siglo IV entre las murallas de la fortaleza. 

Vistas del Castillo de Curiel @castillodcuriel Instagram

Sea como fuere, lo cierto es que a lo largo de la historia, esta destacada fortaleza ha sido propiedad y residencia de varios reyes como Alfonso VII, Alfonso VIII, Alfonso IX, Fernando III, Alfonso X El Sabio, Sancho IV, Alfonso XI, Pedro I y Enrique II de Trastámara, entre otros. Además, ha sido bien dotal de varias reinas y ha servido como prisión de nobles y reyes durante cerca de dos siglos. Jaime IV de Mallorca, el infante Don Juan, el conde Pembroke y Diego de Castilla, hijo de Pedro I, estuvieron allí retenidos, en el caso del último, desde los 11 a los 64 años. 

Si bien, en los últimos 500 años este castillo se ha encontrado en ruina progresiva y en un completo estado de abandono, hasta que en 2003 el Patrimonio del Estado lo sacó a subasta. Así es como llegó una empresa hotelera que se encargó de remodelarlo, restaurarlo y convertirlo en un lujoso complejo hotelero, que está dotado de cinco suites y 19 habitaciones personalizadas, con espectaculares vistas y dedicadas a los reyes que en su día tuvieron o residieron en el castillo. 

Una de las habitaciones del Hotel Castillo de Curiel Residencia Real Castillo de Curiel

También cuenta con un restaurante especializado en platos tradicionales de la cocina castellana, entre los que destacan el lechazo asado, el cochinillo confitado, el rabo de vacuno, la carrillera al vino tinto con parmentier de patata, el bacalao confitado, los entremeses ibéricos y la morcilla de burgos frita, entre muchos otros.

Al hotel y al restaurante se suman también otras estancias como salones reales, uno de ellos para banquetes, varios comedores, diferentes salas para todo tipo de eventos, solarium y hasta piscina y bodega, esta última situada en una iglesia del siglo XII reconstruida. 

Salón de banquetes del Hotel Castillo de Curiel @castillodcuriel Instagram

Y es que, todas y cada una de sus estancias te recuerdan, por su decoración y la elegancia que derrochan, que estas en un castillo que, es su día, fue residencia real.

El hotel dispone, además, de todas las comodidades necesarias para hacer de la visita de cada cliente una estancia fascinante e inolvidable, dado que ofrece varios servicios que no suponen ningún coste adicional. Entre ellos están el de desayuno buffet, servicio de habitaciones 24 horas, visitas a la bodega del complejo y aparcamiento privado. 

Imagen de una de las salas del Hotel Castillo de Curiel @castillodcuriel Instagram

Es, en definitiva, uno de los castillos más impresionantes de la provincia y un lugar mágico y con mucho encanto e historia, perfecto para disfrutar de unos días de relax y desconexión en un entorno excepcional como lo es el corazón de la Ribera del Duero. Una experiencia única que permite sentirse como un rey, aunque solo sea por unos días.