Diego Fernández Magdaleno, el pianista de Medina de Rioseco, ha recibido esta tarde en el Palacio de Pimentel el premio a la Trayectoria Artística 2023, cuya figura ha sido glosada por el etnógrafo Joaquín Díaz. Lo hace para reconocer su “dilatada, intensa y permanente dedicación y creación en el ámbito de la música española contemporánea”; además de su trayectoria musical como interprete pianístico, siendo una referencia a nivel nacional e internacional con más de 300 estrenos absolutos de música española para piano; la recuperación y puesta en valor de autores españoles; así como su reconocida carrera docente como profesor y director del Conservatorio de Música de Valladolid”
El jurado, presidido por la diputada de Educación y Cultura, Yolanda Burgoa, contó con la presencia de Ángeles Porres, María Antonia Virgili, Victoria Sánchez Requena, Benjamín Sevilla Herrán, Paz Malfaz y, Gerardo Pavón que actuó como secretario.
En su intervención, el presidente de la Diputación, Conrado Íscar ha destacado los merecimientos reconocido por el jurado para que Diego Fernández Magdaleno recibiera este premio, “e incluso se podría haber añadido aún más. Porque, como bien saben todos ustedes, la vinculación de Diego Fernández Magdaleno con la expresión artística no se limita a la música. Ahonda también en la literatura y, de manera muy especial, en la poesía, donde se expresa desde hace tiempo con una profundidad lírica más que notable”, y en este sentido ha recordado la reciente publicación de su poemario Ausencias en camino.
Asimismo, Conrado Íscar ha destacado su “inmensa capacidad para recrear cualquier partitura. Y lo hace en el sentido estricto de volver a crear. Es decir, de volver a inventar, a concebir las obras escritas por otros, dándoles una nueva dimensión. Logra, en definitiva, una nueva lectura de la obra ya creada que profundiza en su concepción original, actualizándola o completándola. Dándole, en cualquier caso, una nueva visión nacida del estudio, del análisis personal y de las vivencias propias. En definitiva, arte en estado puro”.
Por su parte, Diego Fernández Magdaleno ha señalado que “he dedicado mi vida a la música y a la escritura, siempre desde esta provincia, que es mi hábitat, mi lugar en el mundo. Un espacio que se puede amar sin exclusiones y no necesita menospreciar para afirmarse”.
En este sentido, en su intervención se ha referido a tres ámbitos de la provincia que han sido determinantes en su vida. Medina de Rioseco, donde están sus vivencias familiares y donde la casa de sus abuelos maternos “Amparo y Pablo, estaban llenas de instrumentos, partituras y libros. La música y las palabras ya estaban allí. No tuve que elegir nada”.
El segundo ámbito fue Valladolid ciudad, con referencias a sus maestros, especialmente Miguel Frechilla “me hizo ser parte de una ciudad que ya no existía, pero que siento tan real como la que estoy viendo junto a ustedes”. Una ciudad en la que comparte amistad y encuentros con Miguel Delibes, José Jiménez lozano, Francisco Javier Martín Abril, Félix Antonio González, “personajes singulares que me acompañan siempre”. Junto a ello, también ha destacado la labor docente del Conservatorio y el trabajo en defensa de la cultura de la Real Academia de bellas Artes, instituciones de las que forma parte.
Por último, el tercer ámbito, está a caballo entre la provincia y la capital. La calle Final de Valladolid, donde jugaba de niño esperando sentir en la arena el paso del tren, junto al Torreón y la Granja Minaya, en casa de su abuela Petra, “que me quiso tanto y falleció cuando yo tenía 4 años. Ahora, mucho tiempo después, pienso en Christian Bobin. ‘Esta vida se nos da y con ella se nos da mucho más de lo que nos será arrebatado el día de nuestra muerte”.