El sueño de una piscina mágica y una empresa con 26 años de historia: “Se buscan cosas distintas y que llamen la atención”
Álvaro se multiplica durante los meses veraniegos en los que el sol aprieta para instalar auténticas obras de arte en las viviendas de los más exigentes
11 julio, 2024 07:00Noticias relacionadas
En los últimos años se ha disparado el negocio del alquiler de las piscinas privadas. Aumenta el número de propietarios que deciden rentabilizar los espacios dentro de su vivienda en un negocio que puede proporcionar beneficios que llegan a alcanzar los 10.000 euros mensuales, que se dice bien y pronto.
El verano ya ha llegado a Castilla y León en general y a Valladolid en particular desde hace unos días, pero son en las últimas jornadas, sobre todo con la entrada del mes de julio, cuando el calor pegajoso y asfixiante se ha instalado en las provincias de la región.
Son muchos en nuestra Comunidad los que apuestan por instalar una piscina para hacer que estas altas temperaturas sean más llevaderas, para conseguir que, a base de chapuzones, el calor se reduzca a la nada.
El teléfono de Álvaro Sanz Maroto lleva sonando desde hace meses y lo sigue haciendo. Él cuenta con una gran experiencia y con un negocio, desde hace 26 años, que se basa en la instalación de piscinas.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con él para saber más sobre los gustos de su cliente. Las piscinas que piden para que el verano sea inolvidable sin salir de casa.
Trabajando desde los 16 años y la idea de su negocio en 1998
“Me considero una persona trabajadora, humilde y responsable que intenta sacar adelante su negocio para proporcionar a los clientes lo que quieren que es una piscina de calidad y en la que poder disfrutar pegándose un buen chapuzón”, asegura Álvaro Sanz Maroto.
Él es un vallisoletano que tiene 48 años y que lleva, ni más ni menos, que 32 trabajando. 26 al frente de su empresa como autónomo, con el riesgo que esto conlleva y al frente de Técnicas del Poliéster instalando piscinas a todo el que quiere poner una en su casa para pasar un verano más fresquito, ahora que el sol aprieta.
“Empecé a trabajar con 16 años. Con mi padre que tenía una empresa de piscinas. Fue en el año 1998 cuando decido ponerme por mi cuenta y nace Técnicas del Poliéster. Montamos piscinas modernas y líneas rectas acompañados con sistemas de filtración avanzados”, nos explica el dueño del negocio.
26 años al frente de una empresa que trata de dotar a cualquier vivienda, fundamentalmente de la provincia de Valladolid, de este depósito de agua, fresquito, para disfrutar en verano.
Instalando piscinas desde hace muchos años
Después de que hace 45 años su padre abriera una tienda de piscinas en la calle Florida de Valladolid, tras visitar una feria en Alemania, Álvaro se dotó, como empleado de su progenitor de todos los conocimientos necesarios para echar a volar solo abriendo su negocio.
Un negocio que se ubica, en la actualidad, en la localidad vallisoletana de Cubillas de Santa Marta, tras pasar por calle Florida y también por Renedo de Esgueva. En la actualidad cuenta con uno total de tres empleados y otros cuatro autónomos-colaboradores, que luchan cada día por sacar el negocio adelante.
“Procedemos a la instalación de piscinas de fibra con impermeabilizaciones de poliéster, depuradoras, accesorios y también cubiertas. Nosotros trabajamos con una fábrica que nos la suministra y nos encargamos de montarla allá donde nos llamen con la mayor profesionalidad posible”, nos explica nuestro entrevistado.
Piscinas de fibra, de la mayor calidad que hacen las delicias de todos los que la montan en su vivienda.
Modernas y prácticas
“La gente ahora busca piscinas modernas y que sean fáciles de mantener. También prácticas. De media se gastan entre unos 18.000 y 20.000 euros. Ahora, el cliente busca hacer cosas distintas y que llamen la atención y nosotros nos adaptamos a sus exigencias”, asegura Álvaro.
Tras los años de pandemia, en los que su empresa tuvo que ajustarse el cinturón como otros muchos negocios por culpa del coronavirus, en estos dos últimos cursos, como afirma nuestro protagonista, “ha crecido mucho la venta” y “ahora parece que se va a estabilizar debido a la subida de precios”.
“El futuro lo veo de forma positiva. Creo que la gente invierte en su piscina. En estar cómodo y a gusto en su casa y, por ello, pienso que nuestro negocio tiene aún muchos años de vida”, finaliza el dueño de la empresa.
Álvaro continúa trabajando a destajo, a pesar de que el mes de julio ya se enfoca a su ecuador, para dar a los clientes la piscina de sus sueños.