Más de 140 años conquistando paladares vallisoletanos: "Creo que mis antepasados estarían orgullosos de a dónde he llevado el negocio"
Víctor es la cuarta generación de la familia que regenta las tiendas de alimentación Pantaleón Muñoz, caracterizadas por "la calidad, profesionalidad, seriedad y especialización" que siempre han ofrecido
14 julio, 2024 07:00Qué sería de Valladolid sin sus comercios, sin esas pequeñas tiendas de toda la vida que hacen más fácil la vida de sus vecinos, al ofrecerles un trato cercano y personalizado a la hora de realizar sus compras.
Aunque pueda parecer increíble, lo cierto es que la ciudad del Pisuerga aún conserva multitud de negocios históricos que, tras superar muchas dificultades, siendo la aparición y consolidación de las grandes superficies y de las compras por Internet algunas de las más destacadas, siguen manteniéndose en pie.
Entre estos comercios emblemáticos y tradicionales encontramos droguerías, mercerías, perfumerías, joyerías, papelerías, tiendas de ropa y también de alimentación.
Y es que, si hay un negocio histórico de alimentación conocido en Valladolid, ese es Pantaleón Muñoz, una cadena de pequeñas tiendas gourmet que lleva conquistando paladares vallisoletanos 142 años.
La primera tienda Pantaleón Muñoz se remonta a 1882, cuando un hombre con el mismo nombre, natural del municipio salmantino de Candelario, de gran tradición chacinera, decidió trasladarse a Valladolid, una ciudad que frecuentaba cada año al finalizar la época de matanza, para vender los afamados chorizos de Candelario.
Al establecerse en la ciudad y teniendo en cuenta que él venía de ejercer como chacinero y que su familia siempre se había dedicado a la elaboración de embutido artesanal, Pantaleón empezó a trabajar en una mantequería y salchichería en Fuente Dorada, en la que terminó abriendo la primera tienda de alimentación Pantaleón Muñoz.
Esta fue consolidándose poco a poco, hasta que llegó un punto en el que alcanzó cierto estatus en la ciudad. El motivo, además de por la buena calidad y exquisitez de sus productos, se debe también a la notoriedad que cobró su propietario, fundamentalmente, a raíz de ser concejal en la ciudad durante más de 25 años.
Esto le permitió convertirse en una figura representativa en sector social y comercial de Valladolid, hasta el punto de que su tienda fue adquiriendo cada vez más peso en la ciudad.
Entre todo esto, en 1920, Pantaleón Muñoz decide trasladar su negocio al número 40 de la calle Ferrari, siendo este el establecimiento donde reprodució, durante años, la forma de vida y trabajo de las antiguas casas chacineras de Candelario.
Sin embargo, llegó un momento en el que tuvo que renunciar a su vida laboral. Entonces, la tienda pasó a manos de su hijo Teódulo, hermano del también conocido Justo Muñoz, en 1943, siendo este el que decidió expandir la marca Pantaleón Muñoz abriendo una nueva tienda en el número 8, también de la calle Ferrari, en 1960.
Diez años más tarde, el negocio pasa a la siguiente generación, a los hijos de Teódulo, llamados Alberto, Juan Antonio, José Ramón, Luis Manuel y Alfonso. Son ellos los que abren otra tienda más en La Rondilla en el año 1976 y otra en calle San Quirce. Además, se quedan también con un puesto en el emblemático Mercado de Val, que era de un hermano de Pantaleón.
Siguiendo con el legado de su abuelo, los cinco hermanos continuaron manteniendo Pantaleón Muñoz en lo más alto durante todo el tiempo en el que estuvieron al frente de las tiendas.
Si bien, como sucedió en casos anteriores, a ellos también les llegó su momento de jubilarse. Lo hicieron de manera progresiva, al tiempo que fueron cerrando todas las tiendas, a excepción de la del Mercado.
Esta fue la única que heredó Víctor Muñoz, hijo de uno de los anteriores propietarios y el único descendiente de los hermanos que quiso seguir dando vida al legado de sus antecesores.
Lo hizo a partir del 2001. Y es que, aunque en sus primeros años solo regentaba la tienda del Mercado del Val, pasados ochos años decidió abrir una segunda tienda en San Blas, 2; una tercera en el número 3 de la calle Juan de Juni en 2012; y una cuarta y última en Don Sancho 6 en 2021, coincidiendo con el cierre de la tienda del Val.
Así lo ha relatado el propio Víctor en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León en la que, además, ha presumido orgulloso de que todas las tiendas que se han ido creando desde 1882 han mantenido el nombre de Pantaleón Muñoz, así como la misma esencia que caracterizó a la inicial, creada por su bisabuelo.
Y es que, estas conservan verdaderos tesoros de la historia del negocio, como "un sello de piedra con el que se imprimía el papel, carteles de precios en porcelana y metal, facturas e inventarios de 1898 y libros de contabilidad casi completos", entre otros efectos.
No obstante, Víctor sí ha reconocido que el concepto de las tiendas ha ido cambiando con el tiempo. "Al principio todo era producto elaborado y procedente del cerdo, es decir, una charcutería y ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que es hoy, una tienda gourmet. Sin embargo, nuestra apuesta principal y su producto estrella sigue siendo el derivado del cerdo. De hecho, es lo que más vendemos", ha afirmado su dueño.
Más allá de aclarar que lo que le animó a continuar con el negocio fue la larga historia familiar que se oculta tras él, Víctor ha expresado que desconoce lo que pasará con las tiendas en el momento en el que él se jubile, ya que, aunque para eso aún quedan muchos años, es soltero y no tiene hijos que puedan continuar la tradición. Lo cierto es que es algo que de momento no se plantea, aunque sí reconoce que lo que realmente le gustaría es que algún familiar siguiese.
Para Víctor el secreto de que Pantaleón Muñoz siga siendo una realidad después de 142 años está en "la calidad, profesionalidad, seriedad y especialización" que siempre han ofrecido. Del mismo modo, ha asegurado que "lo que nos diferencia de nuestros competidores es que procuramos vender productos diferentes".
En cualquier caso, no cabe duda de que es todo un logro, teniendo en cuenta el 'daño' que han hecho las grandes superficies y las ventas por Internet al pequeño comercio.
Si bien, tal y como ha reconocido Víctor, "a nosotros tampoco nos han afectado mucho, al menos las compras online, porque la gran mayoría de la gente sigue prefiriendo las compras físicas, al menos en el caso de la alimentación".
"Hicieron más daño las grandes superficies que Internet, sobre todo cuando surgieron las primeras, sobre los años 80.
En esta línea, ha expresado que "el negocio va bien, pese a que el comercio es un sector que en los últimos años ha padecido mucho". Sobre esto, el empresario ha manifestado que "nuestras tiendas están en el centro de la ciudad, una zona muy castigada comercialmente". Aun así, confiesa que "para lo mal que está la situación, nuestro sector y nosotros no nos podemos quejar", ha añadido.
No obstante, Víctor sí ha afirmado que, a su juicio, las instituciones "deberían reconocer más el mérito del comercio histórico". "No se apuesta por mantener el comercio tradicional y yo creo que una buena manera de ayudar sería anulando el exceso de sobrerregulación, aliviando las cargas fiscales y sociales que tenemos", ha admitido.
Independientemente de todo ello, hoy Pantaleón Muñoz, en manos de Víctor, presume orgullosa de conservar clientes de toda la vida. "Para mí una de las cosas más gratificantes es cuando vienen hijos o nietos de quienes fueron empleados de alguna de nuestras tiendas", ha confesado el empresario.
Este también ha explicado que sus planes de futuro a nivel profesional van más ligados a "impulsar y potenciar las ventas online a través de la web y las redes, que a montar nuevas tiendas".
De una manera u otra, si de algo se muestra convencido casi al 100% es de que "mis antepasados estarían orgullosos de a dónde he llevado el negocio. Ellos vivieron unas dificultades y yo otras, pero todos hemos luchado por sacar adelante el negocio. Yo he intentado hacer siempre las cosas como las harían ellos, con la misma seriedad, calidad y formalidad con el cliente".
Cabe destacar que las tiendas de alimentación Pantaleón Muñoz son de las más famosas, premiadas y homenajeadas de la ciudad. Tanto es así, que a lo largo de su historia se ha hecho con varios galardones y reconocimientos como la medalla de plata de Valladolid en 1986, la medalla de plata del Ayuntamiento en 1906, la distinción como empresa centenaria de la ciudad en 2011 y el premio a mejor comercio de la provincia en 2021 y en el marco de los Premios de Comercio Tradicional de Castilla y León, entre muchos otros.
Cuenta, por tanto, con una nutrida e importante acumulación de homenajes, que dejan constancia de que es uno de los negocios más históricos y emblemáticos de la ciudad de Valladolid. Larga vida a las tiendas Pantaleón.