El concejal de Tráfico y Movilidad en el Ayuntamiento de Valladolid, Alberto Gutiérrez Alberca, ha asegurado en la mañana de este martes, 3 de septiembre, que la “pretensión” del Ayuntamiento de Valladolid pasa por “aprobar en el pleno del mes septiembre, el día 30, la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones de Valladolid”.
“Muchas de las alegaciones que se han presentado ya se conocen y algunas están previstas en la ordenanza. Queremos comunicar antes de que entre en vigor a los conductores exentos para que hagan la tramitación pertinente y buscamos el funcionamiento más beneficioso para el ciudadano”, ha afirmado Gutiérrez Alberca.
El concejal de Tráfico y Movilidad ha asegurado que, tras la aprobación en pleno de la ordenanza municipal, la Zona de Bajas Emisiones que afectará a 1,1 kilómetros de la almendra central de la ciudad, dicha zona comenzará a funcionar el “1 de enero de 2025 sin sanción”.
“Se va a apercibir a los conductores que entren a la zona sin la etiqueta pertinente entre el 1 de enero de 2025 y el 30 de junio de 2025 y a partir de ese día se comenzará a sancionar”, ha afirmado el concejal.
Desde ese 1 de enero de 2025 al 30 de junio del mismo año “se notificará como advertencia” la infracción “como un periodo educativo de dar a conocer la normativa”.
La cuantía de la multa se estipula en 200 euros, en principio, aunque habrá que estudiar si la sanción es leve, grave o muy grave. “La Zona de Bajas Emisiones persigue que haya menos contaminación y por ello vamos a trabajar”, ha explicado Alberto Gutiérrez Alberca, que ha señalado que también afectará a las motos.
19 paneles informativos de la Zona de Bajas Emisiones
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid aprobaba, en su última sesión celebrada el lunes 2 de septiembre, el expediente de la contratación de suministro e instalación de parte de la señalización e información de los accesos a la Zona de Bajas Emisiones de Valladolid, de los límites y el entorno de la misma, con un presupuesto base de licitación de 249.997 euros, IVA incluido, para los cuatro primeros paneles que se espera que estén en funcionamiento el 1 de enero de 2025 con un plazo de ejecución de 3 meses.
En concreto, el contrato que se pone en marcha ahora va a permitir la adquisición de cuatro de estos 19 paneles en Paseo de Zorrilla-Daniel del Olmo (Lava), en Padre Acosta con calle Mieses, en Avenida de Gijón con Carretera de Fuensaldaña y en Avenida de Segovia con Paseo Juan Carlos I.
Una actuación que cuenta con una subvención que ha sido concedida por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que forma parte de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que son financiados, a su vez, por la Unión Europea con fondos Next Generation.
“La instalación de esta señalética permitirá que todo conductor que se encuentre en las proximidades de la Zona de Bajas Emisiones sea consciente de ello y pueda tomar la decisión correcta sobre la entrada o no en función de las características del vehículo y las condiciones establecidas por la ordenanza reguladora a sus titulares para evitar incurrir en infracciones y con la posibilidad de utilizar itinerarios alternativos”, ha señalado el concejal.
Mediante estos paneles se facilitará información relativa a las plazas de estacionamiento libres existentes en las distintas zonas reguladas, los aparcamientos disuasorios, en los estacionamientos subterráneos públicos, así como otro tipo de información relativa fundamentalmente a tráfico y movilidad como pueden ser incidencias por actuaciones en la vía pública por obras o actividades.
Conforme a la ZBE aprobada y teniendo en cuenta la ordenación de los sentidos de circulación, se detectan 16 puntos de entrada a la misma, a los efectos de ubicación de elementos fijos para señalizarla, pudiendo variar este número en función de posibles modificaciones en la ordenación del tráfico.
El número de señales a instalar por cada punto de entrada estará en función de sus características y las del viario del entorno, buscando la eficiencia en la señalización de forma que el usuario no tenga problemas en la comprensión de la información que se pretende transmitir y, a la vez, evitando la excesiva proliferación de elementos de señalización que reduzcan o desvíen la atención del conductor.
Los paneles de información variable pretenden anticipar la información a los puntos más alejados de forma que, instalados en los accesos y viario principal, transmitan la información con antelación suficiente para que el usuario pueda tomar decisiones e, incluso, modificar el itinerario para llegar al destino con mayores probabilidades de encontrar estacionamiento o experimentando menores demoras en el tiempo de recorrido.
Estas son las ubicaciones de los paneles: