Abrió plaza el rejoneador granadino Sebastián Fernández ante un toro bien hecho de Benítez Cubero, al que recibió en la puerta de toriles, le cortó las dos orejas ante la petición del público que, con tres cuartas partes de aforo, acudió al coso tordesillano en un ambiente festivo donde abundaban las peñas en una tarde realmente veraniega.

Al cuarto del bien presentado encierro del ganadero Benítez Cubero, un toro berrendo en colorado, bragado, meano y axilado, que tuvo mucha acometividad y duración, Fernández le cortó los dos apéndices en una faena variada, llena de contenido y completa desde el rejón de castigo hasta el rejonazo fulminante.

El toro fue premiado con la vuelta al ruedo. Ferrer Martín, que sustituía al anunciado Mario Pérez Langa, dio una vuelta al ruedo tras despachar al manso y rajado toro, un berrendo en negro de buenas hechuras que se refugió en los tableros sin acometer a los caballos. El público mandó algún silbido que otro cuando lo arrastraban las mulillas.

En el quinto paseó una oreja tras una faena estimable, donde el caballero malagueño cumplió sin más. Martín sorteó el peor lote  del encierro con diferencia. Le acompañó en la vuelta al ruedo el mayoral de la ganadería de Benítez Cubero.

El salmantino de Peñaranda de Bracamonte, Sergio Pérez de Gregorio, realizó un rejoneo admirable e impecable por su ejecución a lo clásico.

Así lo venimos observando desde que lo vimos en Arévalo, posteriormente en su alternativa pucelana en 2023, en su actuación de la pasada feria de Valladolid y hoy en el coso tordesillano, donde ha rozado la perfección en el rejoneo.

Cortó dos orejas merecidas a un buen toro de Benítez Cubero que cerraba festejo, y levantó al público de sus asientos por sus impecables quiebros y dominio de las cabalgaduras. Y además maneja los aceros finales con acierto y efectividad. El salmantino brindó el último toro de la temporada a su cuadrilla y auxiliares.

Otra oreja cortó al tercero en una faena donde todo lo tuvo que hacer el caballero salmantino ante un toro que no dio demasiadas facilidades, pero que Sergio se valió de su buen dominio de las cabalgaduras para salir airoso de la lidia ante un toro realmente deslucido.

Tras el festejo, los triunfadores fueron sacados a hombros del coso por los areneros y mulilleros, que este año se encargaron de estas tareas mediante la clásica subasta. Y delante de ellos iba el alcalde, izado por otro grupo de mozos por la gran feria taurina que ha organizado el Consistorio, cuya gestión estuvo a cargo de Pepe Almilburu.

Destacar de nuevo la actuación de la banda de música de Tordesillas que dirige Pepo Núñez, que interpretó el Himno Nacional al inicio del festejo y remató “la faena musical” con una jota de despedida, además de una selección de pasodobles durante la lidia. Enhorabuena a la banda de música.

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