La guerra entre Puente y Carnero lleva mucho tiempo en marcha, pero ahora vive sus momentos más tensos y ya con plazos de tiempos. El exalcalde socialista da un mes de plazo antes de que el Ministerio disuelva la Sociedad Valladolid Alta Velocidad

O lo que es lo mismo, no habrá soterramiento, pero tampoco integración. O esa es la amenaza que ha lanzado el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible sobre la ciudad de Valladolid.

Está claro que Puente no va a hacer nada por el soterramiento, pero ahora también pone en duda que se haga algo por la integración, su proyecto cuando era alcalde, por culpa del actual alcalde.

“Si en el plazo de un mes no hay un cumplimiento de las obligaciones pendientes, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible dará por resuelto el convenio e iniciará las tareas necesarias para disolver la Sociedad Valladolid Alta Velocidad”, así de claro lo ha dejado.

Además, ha querido defender a la que es ahora su casa, el Ministerio. “Quiero dejar claro que el Ministerio no está dispuesto a que jueguen con él.

El alcalde de Valladolid puede jugar con la ciudad y me duele profundamente que así sea, pero desde luego con quien no va a seguir jugando es con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible", relató.

Para posteriormente cargar sin piedad contra Carnero, del que dice que aboca a la ciudad a “la nada”, porque el soterramiento “no se va a producir” tras ser inviable por las razones técnicas y económicas , por lo que puntualizó que la “única posibilidad” es la integración.

Puente apuesta porque se continúe con la integración, que se demuela el paso del arco de ladrillo y se sustituya por un “paso digno a la altura del siglo XXI”, donde se mejore la conectividad en la avenida de Irún con tres pasos nuevos y con “todo lo que hay pendiente”, porque “se estaba dispuesto a mejorar el convenio de integración”.

“La realidad es que no va a haber nada. No habrá soterramiento y tampoco integración por el deseo de un responsable político que, si por algo se ha destacado en este tiempo, es por su profunda desconsideración hacia la ciudad que hoy dirige”, ha afirmado.

“El Ministerio no es quién para decidir por Valladolid, pero desde luego lo que se le ha dejado claro al Ayuntamiento es que no va a consentir que se siga jugando con las instituciones, que se juegue con un acuerdo alcanzado en forma de convenio en el año 2017, y que se incumplan sistemáticamente las obligaciones que en él estaban contenidas”.

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