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Hace unos días, EL ESPAÑOL de Castilla y León les contaba que la localidad vallisoletana de Salvador de Zapardiel buscaba dueño para explotar su bar después de haber realizado una inversión que ascendía a los 40.000 euros.

En esta ocasión, nos vamos a Valdenebro de los Valles, un pequeño pueblo pucelano, ubicado a 35 kilómetros de la capital y que cuenta, como confiesa a este periódico el alcalde Melchor Vaquero, con 190 vecinos.

Vamos a sacar a subasta el bar del pueblo y el de la piscina juntos, para que sea más rentable para el que lo coja. El bar de la piscina, por ejemplo, del 15 de junio al 15 de septiembre tiene mucho ambiente”, indica el regidor.

Son dos establecimientos hosteleros que se van a ver obligados a cerrar sus puertas el 31 de noviembre en caso de que el Ayuntamiento no encuentro un nuevo adjudicatario que explote los mismos.

Saldrán a subasta a un precio simbólico de 300 euros y el Consistorio va a cubrir con todos los gastos. Con los suministros básicos para que su gestión sea más sencilla”, añade el primer edil.

Melchor Vaquero ha explicado que “no buscan un perfil determinado” para sustituir a los adjudicatarios actuales que van a dejar los locales al tener otros proyectos en mente.

“Valdenebro está cerca de Valladolid, a 35 kilómetros. Hasta aquí se acerca mucha gente a tomarse algo y a darse una vuelta por el pueblo ya que tiene unas vistas privilegiadas. Similares a las de Urueña”, añade Vaquero.

Nos informa de que la subasta finalizará el próximo 25 de octubre y que “van a dar margen” a los nuevos adjudicatarios para que comiencen la actividad con “totales garantías”, todo con el fin de que el municipio no se quede sin estos dos establecimientos hosteleros.

El bar de la piscina Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Un bar de la piscina que puede ser muy rentable en esos meses veraniegos en los que el lugar aumenta considerablemente su población y el del centro del pueblo, en la plaza, que organiza actividades y se implica durante las fiestas patronales.

“Son dos negocios rentables y vamos a recibir, con los brazos abiertos, a los que lleguen hasta aquí para explotarlos”, finaliza nuestro entrevistado.

Ojalá que Valdenebro de los Valles consiga encontrar a alguien para no quedarse sin sus bares porque ya sabemos que un pueblo sin bar es un pueblo sin vida.

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