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El pasado lunes, 21 de octubre, comenzaban las obras en la calle Cebadería, muy cerca del Ayuntamiento de Valladolid, concretamente detrás del mismo. Trabajos que obligaban a cortar el tráfico en uno de los carriles.

El concejal de Urbanismo y Vivienda en el Ayuntamiento de Valladolid indicaba que se iba a “cambiar el sistema de climatización completo del edificio”. Por temas de aerotermia, ahí se encuentra el equipo de transformación eléctrica por lo que toca picar y enterrar ahí el nuevo equipo.

José Ignacio Zarandona añadía que se iba a instalar en el lugar un equipo “con más potencia” con el fin de asumir “los nuevos requisitos de las nuevas maquinarias de climatización” en una obra que calificaba de “necesaria”.

Era en la mañana del jueves, 24 de octubre, cuando el personal de la obra tuvo que parar sus trabajos. Tocaba esperar porque se encontró algo que había que analizar.

Zarandona confirmaba que se había encontrado “una instalación de saneamiento antiguo pero reciente” y “sin valor” pero que las “obras continuaban” y que la instalación del “centro de transformación taparía todo”.

Sin embargo, desde ese día se encuentra en el lugar una arqueóloga que se encarga de supervisar todos los movimientos del personal de obra que se encuentra trabajando sin descanso para finalizar las obras en algo más de dos semanas.

En las últimas horas, como han confirmado fuentes municipales a EL ESPAÑOL de Castilla y León, aseguran que también se ha producido el “hallazgo de una tarjea de saneamiento” que “la arqueóloga iba a documentar para luego seguir excavando”.

De hecho, añaden las mismas fuentes, “se ha retirado la tapa que es de piedra y se están documentando las paredes y el fondo que es del ladrillo”.

La tarjea o atarjea pasa por ser una acequia, un canal de agua para riego, que pasaba, por tanto, por pleno centro de Valladolid.

Seguro que las obras en pleno centro de la ciudad dejan más hallazgos sorprendentes de miles de años en esta zona de Valladolid.

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