Daniela Tudor junto a sus pinchos en el Bar La Muralla de Valladolid

Daniela Tudor junto a sus pinchos en el Bar La Muralla de Valladolid Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

El céntrico bar vallisoletano que regala una deliciosa tapa con tu bebida: "Comer es disfrutar"

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Valladolid es una ciudad de pinchos y tapas. De hecho, la ciudad del Pisuerga cuenta ya las horas para que el próximo lunes, 11 de noviembre, arranque el Concurso Nacional de Pinchos y después lo haga el Campeonato Mundial en la Cúpula del Milenio.

Es una ciudad única en cuanto a bares y restaurantes. El buen comer está ligado a la amplia y basta cultura y al precioso patrimonio con el que cuenta. Es un lugar perfecto para visitar y disfrutar, también, comiendo.

Darse un paseo por la Plaza Mayor, visitar el Campo Grande, recorrer museos como el Patio Herreriano o disfrutar de la Catedral o de la Iglesia de San Pablo son planes perfectos que han de ir acompañados por el mejor avituallamiento.

En la calle Angustias de la ciudad del Pisuerga se ubica el Bar La Muralla. Un establecimiento hostelero que ofrece, gratis, una tapa con cada bebida. Si pides agua o un café, ese delicioso pincho cuesta 20 céntimos, que no son nada, como diría aquel.

EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con Daniela Tudor, la dueña de un establecimiento hostelero con más de 30 años de vida. Charlamos con ella de esta curiosa iniciativa de los pinchos gratis y del futuro en estas líneas.

Terraza del Bar La Muralla

Terraza del Bar La Muralla Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

De Rumanía a Valladolid

“Me considero una persona trabajadora. Saco adelante mi bar porque me encanta la hostelería. Además, estudio. Intento organizar mi día a día para sacar tiempo para todo”, asegura Daniela, en declaraciones a este periódico.

Ella tiene 28 años y nació en Rumanía. Llegó a España con 11 años. Lo hizo a un pueblo de Córdoba hasta que llegó, en el año 2015, a Valladolid. Suma 9 años ya de experiencia en el complicado mundo hostelero.

La Muralla existía ya. Tras 25 años en el negocio, los anteriores dueños lo dejan por jubilación. Lo cogí el 9 enero de 2019, vamos a cumplir 6 años y estoy muy feliz de intentar dar el mejor trato y servicio, cada día, a mis clientes”, explica.

Un local situado en un lugar privilegiado de la ciudad que cuenta con un aforo para 35 personas y una terraza exterior. Allí trabajan entre 8 y 9 empleados más, sin contar a Daniela.

Animo a los jóvenes a emprender. Nos da tiempo a reaccionar ante cualquier problema que surja y a poder tomar soluciones rápidas”, añade nuestra protagonista.

Pincho gratis

“Con cada consumición regalamos un pincho gratis, salvo con el agua y el café que cuesta 20 céntimos a mayores. Siempre apetece disfrutar del mejor sabor de una tapa y somos una zona de paso para sentarse y disfrutar”, añade nuestra protagonista.

Pides una cerveza, un refresco, o un vino y puedes saborear un montadito de tortilla, sabroso, a coste cero. De patata, campera (con patata, jamón, lomo, chorizo y queso), de morcilla, de patatas con pimiento y queso… una amplia variedad.

El cliente también puede elegir un montadito de jamón york y queso o empanadillas de atún, croquetas caseras de jamón serrano o pollo y también mini hamburguesas de bacon y queso o con tomate y lechuga.

Los pinchos del Bar La Muralla

Los pinchos del Bar La Muralla Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

“También contamos con sándwich rellenos de cangrejo y preparados de pizza. Cada tapa tiene su público, pero destacan las minihamburguesas y los montaditos de tortilla. La gente disfruta comiendo. Comer es disfrutar”, añade Daniela.

Tapas que gustan porque en La Muralla cuidan el buen género y la cadena de frío y calor. Pese a ser gratis, la tapa es de calidad.

Futuro

“Acabamos de hacer una reforma importante en nuestro establecimiento con una inversión importante. Buscamos ofrecer un buen servicio, un ambiente limpio y agradable. Ese es nuestro objetivo principal y por el que luchamos cada día”, añade la gerente de La Muralla.

Mirando y pensando en el futuro asegura que lo único que buscan es “mejorar” y “ser buenos anfitriones para todos los clientes que lleguen a su casa”.

También se plantean la elaboración de una “carta de desayunos saludables” y cuidar mucho a esas personas que tienen que comer elaboraciones “sin gluten”.

“Buscaré mantenerme y ser constante”, finaliza nuestra entrevistada.

Daniela en el Bar La Muralla

Daniela en el Bar La Muralla Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León