Un pueblo vallisoletano quiere reabrir su Hogar del Jubilado cerrado recientemente: "Es un lugar de ocio y diversión"
- Tras echar el cierre en septiembre, el Ayuntamiento busca poner las máximas facilidades posibles para que el corazón de este bar vuelva a latir.
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Portillo es un municipio de la provincia de Valladolid que pertenece a la comarca de Tierra de Pinares. Allí destacan sus tres iglesias, de época medieval, del siglo XVI y XVII y el Castillo que fue declarado Monumento Nacional por Decreto del 3 de junio de 1931.
En la localidad vallisoletana viven un total de 2.371 habitantes. Pasear por el lugar es encontrarse con diversos vestigios medievales como calles empedradas, arcos, fuentes antiguas y aljibes. Pasa por ser un lugar que conserva un gran encanto, pero, sobre todo, una gran historia.
Allí nos podemos encontrar con el Hogar del Jubilado, ubicado en la Plaza de Pimentel, 5, cerca del castillo, que está cerrado “desde septiembre”, como confirma a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Juan Antonio Esteban, alcalde de la localidad pucelana.
En 2021 se licitó el local para abrirse en marzo del año 2022. Tenía dos años de años de contrato, pero, en marzo de 2024, se produjo la renovación del mismo. Sin embargo, el adjudicatario, lo dejó “por problemas personales en septiembre”.
Ahora, este lugar de encuentro está cerrado. Había que ajustar también el consumo de la luz con un contador individualizado, ubicándose en un edificio múltiple. Allí se encuentra también la Oficina de Turismo y Asociaciones. La idea es que el Hogar del Jubilado, que ha funcionado como bar, tenga su propio contador.
“Era un bar normal. Podía entrar todo el mundo, pero tenían prioridad las personas mayores que allí leían el periódico y echaban la partida. Se organizaban, además, actividades como concursos de tortilla. Se buscaba dinamizar la actividad en el pueblo”, afirma el primer edil.
Se ha sacado a licitación en el mes de octubre. El 2 de diciembre, tras el plazo de presentación de solicitudes para la concesión demanial para la explotación del establecimiento, quedó desierta sin adjudicación.
“La idea es volver a sacarlo en busca de alguien que coja las riendas. Sale con un canon de licitación de 500 euros en total por dos años y probabilidad de prórroga por dos más. Además, 100 euros de alquiler al mes y el gasto de luz”, apunta el alcalde de Portillo.
Un espacio grande y con mucho encanto. Se celebraban cumpleaños, se disfrutaba de un buen vermú y se vivía a lo grande y con diversión, algo muy importante para cualquier pueblo y para su vida.
“Era un bar a uso. Los jubilados disfrutaban y nuestro deseo es que alguien lo coja. Portillo lo necesita para que los mayores tengan un lugar de ocio y diversión”, finaliza el que ostenta el bastón de mando.