El abrazo de la traición, de nuevo en Valladolid: dos detenidas por robar más de 40.000 euros a un anciano
- Entraron en su casa en dos ocasiones para sustraerle dinero en efectivo y un anillo de oro.
- Más sucesos en Valladolid: Noche accidentada en Valladolid: dos heridos al ser atropellados en el Paseo Zorrilla y otro tras volcar con su coche
Dos mujeres han sido detenidas en Valladolid por un presunto delito de hurto, a través de la modalidad del abrazo, también conocido como hurto amoroso.
Según han informado fuentes de la Policía Nacional, los hechos ocurrieron el pasado 13 de mayo, cuando un hombre de avanzada edad detectó en su vivienda la falta de 14.000 euros y un anillo de oro.
Por este motivo, avisó a un familiar, siendo este el que comprobó que, efectivamente, faltaba ese dinero, así como que otras cantidades, también guardadas en el domicilio, no habían desaparecido.
Sin embargo, tres días después, el anciano volvió a echar en falta otros 5.500 euros de un cajón y 26.600 más, que tenía guardados en una caja de zapatos.
Tras ello, el familiar comprobó que ese dinero, que tres días antes se encontraba en su sitio, había desaparecido.
Por ello, se procedió al cambio de cerradura de la vivienda, dándose cuenta el anciano de que le había desaparecido una de las llaves que tenía de su casa, tras la visita de una mujer a la que el hombre invitó a su domicilio.
Entonces, la víctima interpuso la pertinente denuncia, siendo en ese momento cuando los agentes iniciaron las gestiones de investigación oportunas.
Y es que estas culminaron con el reconocimiento de dos mujeres como presuntas autoras de este robo, bajo la modalidad de hurto amoroso, y con su correspondiente detención. Si bien, fueron puestas en libertad tras pasar a disposición judicial.
Según señalan desde la Policía Nacional, este tipo de delitos suelen ser realizados por mujeres en zonas y establecimientos de afluencia de personas mayores, donde seleccionan a sus víctimas, por lo general, de edad avanzada, especialmente vulnerables y/o con capacidades de autodefensa mermadas.
Entonces, estas se reparten los roles de detección, elección y abordaje de sus víctimas, así como el acceso a las viviendas, estableciendo en ocasiones una relación telefónica, con el objetivo de lograr la familiaridad necesaria para que los ancianos consientan el acceso de estas personas a sus domicilios, incluso con la expectativa a veces de mantener relaciones íntimas con ellas.
Una vez en las casas, las autoras acceden a las mismas dejando que los ancianos caminen delante de ellas, para así poder dejar la puerta abierta, o bien facilitar las llaves del domicilio en cuestión a la persona cómplice que espera fuera.