MASS ARQUITECTURA

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Valladolid

El estudio de Valladolid, MASS arquitectura, finalista en los Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León

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El estudio de arquitectura MASS arquitectura, localizado en la calle Arado de Valladolid y encabezado por la arquitecta Silvia Martínez San Segundo, ha resultado finalista de la 10ª edición de los Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León con su vivienda pasiva localizada en Soto del Real, Madrid.

Los Premios de Construcción Sostenible de Castilla y León, iniciativa de la Consejería Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León en colaboración con el Instituto de la Construcción de Castilla y León, buscan reconocer el compromiso de la construcción con la sostenibilidad distinguiendo aquellos trabajos que destacan por la aplicación o incorporación de criterios de sostenibilidad en el proceso constructivo, con el objeto de fomentar una forma de construir más eficiente, más saludable y menos agresiva con el entorno, garantizando además la comodidad o el confort en el uso.

En esta 10ª edición de los premios, ha resultado finalista en la categoría de Viviendas fuera de la comunidad de Castilla y León, la Villa Biopasiva Sierra de Madrid, una vivienda diseñada y construida bajo estándar passivhaus y criterios de sostenibilidad y que ya había quedado finalista en los Premios de Arquitectura y Urbanismo de Castilla y Léon 2022-2024, este mismo año.

El proyecto, diseñado por Silvia Martínez en colaboración con Guillermo Mateo contempla una vivienda unifamiliar, de programa contenido, que se desarrolla principalmente en una sola planta con terraza solárium, situada en Soto del Real, en una urbanización de los años 70 con edificaciones de carácter serrano y parcelas amplias donde la vegetación de la zona tiene una gran importancia en el conjunto de la urbanización.

Retos

El principal reto del proyecto es la integración de la vivienda en el paisaje, en la parcela existente.

Se ha recuperado y reutilizado tanto las construcciones existentes, como la vegetación autóctona, para intervenir lo menos posible en la parcela y restaurarla a su estado inicial tras la obra, como si la vivienda hubiera estado allí siempre, participando de la memoria afectiva del lugar.


Otro objetivo fundamental del proyecto es construir una vivienda de consumo de energía casi nulo, con materiales naturales y prácticamente autosuficiente. Para ello, se ha optado por seguir el estándar passivhaus en el diseño y cálculo de la vivienda, la tecnología industrializada en madera para su construcción y la implantación de un sistema fotovoltaico para cubrir la mayor parte del consumo eléctrico de la vivienda, incluidos los vehículos eléctricos de los propietarios.

Gestión sostenible

La gestión sostenible del agua en la parcela también ha sido un reto importante, ya que la vivienda tiene una amplia zona de jardín, que se ha diseñado con nueva vegetación de baja demanda hídrica que se añade a la recuperación de los árboles preexistentes. Por otro lado, la piscina está conectada a un pozo existente en la parcela para reducir el aporte de agua corriente.

La parcela estaba compuesta por una construcción auxiliar de los setenta, en tipología serrana, y una piscina elevada sobre una plataforma de piezas de granito.

La obra nueva, industrializada en madera, se desarrolla como un volumen longitudinal que se abre a las vistas de la sierra y a las orientaciones más favorables buscando la máxima iluminación natural, en el que se desarrolla la mayor parte del programa de la vivienda, mientras que la construcción existente se ha recuperado como pieza singular para la habitación principal, creando un diálogo entre lo nuevo y lo reutilizado, ambos conectados a través de un elemento acristalado que articula y da coherencia al conjunto.

La conexión entre los distintos espacios interiores de la vivienda y el exterior es constante, con conexiones visuales a distintos niveles.