El poeta y docente vallisoletano Juan Herrero, Premio Adonáis de Poesía 2024

El poeta y docente vallisoletano Juan Herrero, Premio Adonáis de Poesía 2024

Valladolid

El vallisoletano Juan Herrero, Premio Adonáis 2024: "La poesía tiene un futuro cargado de presente"

Publicada

Noticias relacionadas

Juan Herrero (Valladolid, 1993) sigue sin asimilar el importante reconocimiento que logró el pasado viernes. Este vallisoletano, que estudió Filología Hispánica en la Universidad de Valladolid y se trasladó a Madrid para ejercer la docencia, ha recibido el Premio Adonáis de Poesía 2024 por su obra 'Cartografía de nadie'.

Se trata de un galardón, concedido por la Editorial Rialp, que busca reconocer a las nuevas voces de la poesía española y cuyo fallo se conoció el pasado viernes en un emotivo acto en la Biblioteca Nacional de España, al que Herrero acudió "tranquilo" y con ganas de celebrar que había sido finalista, sin saber que ganaría.

Este vallisoletano, que ejerce como docente de Lengua Castellana y Literatura en el Instituto de Educación Secundaria Ignacio Aldecoa, en el municipio madrileño de Getafe, comenzó a escribir poesía mientras preparaba las oposiciones de secundaria y ese proceso creativo ha dado, en poco tiempo, grandes frutos.

Su primera obra, 'Un verano en la orilla del teatro', surgida de ese proceso de preparación, logró el XV Premio Águila de Poesía del municipio palentino de Aguilar de Campoo en 2019 y su segunda obra, 'A pesar de la lluvia', fruto de una experiencia de voluntariado en Guatemala, obtuvo el Premio Complutense de Literatura en 2021.

Ahora, la obra neoclasicista 'Cartografía de nadie' le ha llevado a ser reconocido con el Premio Adonáis, un galardón que, para Herrero, tiene "un halo especial" y que es el preludio de una prometedora trayectoria para este vallisoletano, que sigue escapándose cuando puede a la ciudad del Pisuerga para ver a su familia y amigos.

Pregunta.- ¿Cómo empezó a escribir poesía?

Respuesta.- Empecé a escribir motivado porque en el examen de acceso de profesorado en la Comunidad de Madrid hay un comentario métrico que tiene bastante peso y dedicaba la última hora antes de que cerrase la biblioteca, entre las 21:00 y las 22:00 horas de la noche, a escribir un poco por interiorizar más el ritmo.

"Empecé a escribir motivado por las oposiciones"

De ahí salió un libro, 'Un verano en la orilla del teatro', que presente a algún concurso y gané el XV Premio Águila de Poesía de Aguilar de Campoo en 2019. Después, a partir de una experiencia de voluntariado en Guatemala, escribí el segundo libro, 'A pesar de la lluvia', que fue Premio Complutense de Literatura en 2021.

Antes de enfrentarme a las oposiciones nunca me había puesto a escribir, hay gente que escribe desde niño pero en mi caso fue tardío. Lector he sido siempre, pero nunca antes de las oposiciones me había planteado que yo pudiera escribir también.

P.- ¿En qué momento le surgió la inquietud por este género?

R.- De adolescente tocaba la guitarra, escuchaba mucha música de cantautores e incluso llegué a tener una banda de música con unos amigos, y a partir de las letras de las canciones empecé a vincularme a la poesía.

"A partir de las letras de las canciones empecé a vincularme a la poesía"

P.- ¿Ha abordado otros géneros literarios?

R.- No, solo la poesía.

P.- ¿Cómo lector también siente predilección por la poesía?

R.- Leo narrativa y siempre que puedo algún ensayo, estudio también la carrera de Filosofía, poquito a poco en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), por aprender y por disfrutar, pero sobre todo soy lector de poesía.

P- ¿Qué poetas le han marcado más?

R.- De cualquier texto puede extraerse una enseñanza. Hay una cita de Plinio el Joven que se repite en el Lazarillo y Cervantes pone en boca del Bachiller Sansón Carrasco, que viene a decir que no hay libro del que no se pueda sacar algo bueno.

"No hay libro del que no se pueda sacar algo bueno"

Dicho esto, por mi formación te diría que aprendí a entender el ritmo con Garcilaso, Rubén Darío, José Hierro o Pere Gimferrer; la forma de mirar, con Emily Dickinson; el juego, con las vanguardias; la metáfora, con la generación del 27… y, por supuesto, no podría olvidarme de los autores del medio siglo.

Entre ellos, Gil de Biedma o Ángel González. Adoro también la poesía de autores contemporáneos, como María Victoria Atencia, Aurora Luque, Louise Glück, Anne Carson, José Watanabe, Richard Siken, Circe Maia, María Negroni o Luz Pichel.

P.- ¿Cómo ve el futuro de la poesía en España?

R.- Es un futuro cargado de presente. Podría haber añadido a la respuesta anterior a Mario Obrero, Rosa Berbel, Jorge Pérez Cebrián, Cristóbal Domínguez, Luis Bravo, Alba Cid, Maribel Andrés Llamero, Alicia Louzao, Lola Tórtola o Irene Domínguez.

Estas dos últimas fueron compañeras de la Colección Adonáis y podría haber añadido también a tantos y tantas otras jóvenes poetas que deberían estar también en esta lista con la misma justicia.

"La poesía tiene un futuro cargado de presente"

Al fin y al cabo, los premios son una vía de publicación; pero el trabajo de editoriales como Isla Elefante, Liliputienses, Ultramarinos, Kriller 71, RIL, Candaya, Bajamar, Olifante, Huerga y Fierro, Lastura o las vallisoletanas Difácil y Páramo son muestra de la buena salud de un género del que siempre se ha dicho que tiene pocos lectores. 

Y sé que estoy olvidándome de mucha gente tanto en esta respuesta como en la anterior, por lo que debo pedir disculpas de antemano.

P.- ¿Qué papel juega la poesía en el mundo actual?

R.- El que cada lector que se acerque a ella quiera darle.

P.- ¿Existe un vínculo con Valladolid y Castilla en su obra?

R.- Este último libro es una visión de 'La Odisea' de Homero y del viaje de regreso y la vuelta a casa, entonces sí que hay algún poema que específicamente tiene esa vinculación con Castilla, con volver a casa y con volver a la tierra.

"Algún poema específicamente tiene esa vinculación con Castilla, con volver a casa y con volver a la tierra"

Hay un poema al final del labro que hace referencia explícita y que, de hecho, leí en el acto del viernes pasado en la Biblioteca Nacional. En Valladolid están mis padres y están mis amigos y siempre que puedo me escapo.

P.- ¿Tiene algún proyecto en mente a corto plazo?

R.- Por ahora no hay más, no tengo nada más en el cajón, no tengo nada inédito, este libro que presenté al Premio Adonáis era lo último de momento. Pero seguiré escribiendo y disfrutando.

P.- ¿Qué supone para usted este reconocimiento?

R.- Es increíble, todavía lo tengo que digerir. Hay que reposarlo, hay que digerirlo y hay que ver a donde lleva. Pero es innegable la trayectoria de los ganadores de años anteriores, lo que se implica la Editorial Rialp, la altura de los miembros del jurado y todo lo que supone el Premio Adonáis.

"Es increíble, todavía lo tengo que digerir"

Este premio tiene un halo especial y no sé a donde llevará pero seguro que a cosas muy bonitas.

P.- ¿Cómo vivió el acto del viernes en el que le concedieron el premio?

R.- Con mucha sorpresa. Pedí el día de libre disposición en el instituto y fue un día muy normal, iba a celebrar haber sido finalista en casa con unos amigos y madrugué para ir a un obrador para comprar algo de cena.

Después, me fui a recoger a mi padre al Intercambiador de Moncloa y nos fuimos a la Biblioteca Nacional. Lo viví muy tranquilo, lo que tenía que defender y recitar estaba perfectamente claro y la decisión la tomó el jurado y estoy agradecidísimo, aunque había propuestas interesantísimas entre los otros libros finalistas.

"Recibí el premio con mucha alegría y pensando que no iba a ser yo"

Había gente muy consolidada con una trayectoria muy consolidada a pesar de la juventud prácticamente insultante de algunos y el premio lo recibí con mucha alegría y pensando que no iba a ser yo.

P.- ¿Cómo definiría 'Cartografía de nadie'?

R.- Si tuviera que decir algo de esa obra la clasificaría dentro de una estética neoclasicista, tiene mucho que ver con el mundo clásico y sobre todo con las revisitaciones del mundo clásico que han hecho autoras como Anne Carson, Louise Glück o la propia Aurora Luque, que estaba en el jurado.

P.- Es su tercer poemario, ¿qué cambios observa con respecto a 'Un verano en la orilla del teatro' y 'A pesar de la lluvia'?, ¿cómo definiría su evolución?

R.- Lo primero sería la entrada directamente de la ficción. También la había en los otros poemarios, pero esta obra es un libro donde el 'yo lírico' no tiene nada que ver conmigo porque, de hecho, no hay un 'yo lírico'. Se trata de que los otros personajes de 'La Odisea' hablen de Ulises desde una óptica del siglo XXI.

"'Cartografía de nadie' tiene una estética neoclasicista y entra directamente la ficción"

Trata de qué poso ha quedado de 'La Odisea' para un lector actual o qué temas trata, el viaje, las relaciones con los diferentes miembros de la familia, el deseo de comunicarse con el más allá, todos esos temas están en el libro.

Además, aparte de tratar de introducir varias voces líricas, hay un salto formal y en ese sentido le debo mucho a la Fundación Centro de Poesía José Hierro a la que estoy vinculado a través de los talleres literarios y a las propuestas que nos hemos hecho entre todos los compañeros de un taller en el que estoy desde el año pasado.

Aunque el proceso de creación del libro ha sido bastante más largo, creo que he tardado tres años en escribirlo.

P.- ¿A qué cree que se debe el haberse despegado del 'yo' en este último libro?

R.- Yo sentí la necesidad de escribir este libro cuando llegué al instituto en el que estoy ahora trabajando y siendo profesor del departamento de Lengua Castellana tengo que asumir la docencia de la optativa de Cultura Clásica.

"Ese cambio de paradigma del héroe de 'La Ilíada' al de 'La Odisea' para mí supuso una conmoción"

En aquel momento revisité los textos homéricos y especialmente 'La Odisea' y di con ese momento en el que Ulises baja al inframundo y se encuentra con el fantasma de Aquiles y Aquiles reconoce el error de haber optado por morir tempranamente pero obtener la gloria en vez de haber tenido una larga vida.

Ese cambio de paradigma del héroe de 'La Ilíada' al de 'La Odisea' para mí supuso una conmoción y fue muy importante. También hay detrás un bagaje de lecturas, como esos versos de Luis Rosales con los que podía relacionar ese episodio homérico: "jamás me he equivocado en nada excepto en las cosas que yo más quería".

P.- ¿Cómo se ve dentro de cinco o 10 años?

R.- A corto y medio plazo me veo como un lector y un espectador, disfrutando muchísimo de la lectura y de los diferentes estímulos que me puedan ir llegando. No sé si de aquí a corto plazo tendré el impulso o la necesidad de armar un nuevo libro y me veo agradeciendo mucho esto que ha pasado a todo el mundo.

"Estoy donde quería estar. Es un auténtico lujo y ser consciente de eso es maravilloso"

Me veo continuando con mis clases de Literatura porque gran parte de que la creación pueda funcionar y ser autónoma es tener un trabajo que me permita vivir sin tener la necesidad impuesta desde fuera de tener que crear o escribir por obligación y dar un libro a una editorial cada cierto tiempo para llegar a fin de mes.

La docencia para mí es algo absolutamente vocacional y tengo la sensación de que en cuanto a la trayectoria vital y profesional estoy donde quería estar. Es un auténtico lujo y ser consciente de eso es maravilloso.