El Ayuntamiento de Valladolid aprueba una ayuda de emergencia de 10.000 euros para refugiados de El Congo
- Garantizará, durante dos meses, la alimentación de más de 3.000 niños, 800 mujeres, personas mayores y colectivos vulnerables desplazados en el campo de Buhimba.
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La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado en la mañana de este lunes la concesión de una ayuda alimentaria de emergencia por importe de 10.000 euros a la Asociación Proyecto Rubare.
Una iniciativa a través de la cual el Ayuntamiento va a contribuir al abastecimiento de alimentos esenciales en el campo de desplazados de Buhimba, situado en Goma, en la República Democrática del Congo.
Según señalan desde el Consistorio, esta subvención directa busca mitigar la crisis alimentaria que afecta a los refugiados internos del campo, proporcionándoles bienes y servicios esenciales para su supervivencia inmediata.
Así, la ayuda se destinará principalmente a la compra de harina de maíz y alubias rojas, ingredientes esenciales para las comidas típicas del lugar, así como papilla nutritiva (elaborada con maíz, sorgo y soja), dirigida especialmente a niños malnutridos, mujeres embarazadas y lactantes, y personas de la tercera edad.
De este modo, la ayuda permitirá mantener, durante dos meses, la provisión de desayunos y almuerzos en el campo de Buhimba, apoyando así la iniciativa que ya lleva meses en marcha gracias al esfuerzo de voluntarios locales e internacionales.
Esta será canalizada a través de la organización local Happy Children, que gestiona una iniciativa en la que se suministran desayunos y almuerzos diarios a más de 3.000 niños y 800 mujeres, así como a personas mayores y colectivos vulnerables.
El Ayuntamiento de Valladolid justifica esta concesión con el hecho de que el campo de Buhimba ha recibido recientemente desplazados procedentes del campo de Don Bosco Sasha, ocupado en febrero de 2024.
"La precariedad en las condiciones de vida ha llevado a miles de personas, incluidas mujeres embarazadas, lactantes y personas mayores a buscar refugio en Buhimba, incrementando la presión sobre los limitados recursos disponibles", aseguran.
Y es que en julio de este año, voluntarios del Proyecto Rubare distribuyeron 2.000 kilos de harina de maíz que se transformaron en comidas básicas y que durante 20 días fueron el único alimento para cientos de niños y adultos del campo. "Esta nueva ayuda busca dar continuidad y estabilidad a estas acciones humanitarias", han explicado desde el Consistorio.