Adrián, el joven que reabrirá el bar de la estación de un pueblo vallisoletano: "Apostamos por lo tradicional"
- A sus 30 años no duda en emprender en el municipio en el que nació y ensalza las posibilidades del mundo rural. Trabaja para dar vida a su establecimiento hostelero cuanto antes.
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Villalón de Campos es un municipio de la provincia de Valladolid que se encuentra enclavado en un hermoso entorno campestre rodeado de campos verdes y paisajes tranquilos que resultan perfectos para perderse y disfrutar de la tranquilidad del mundo rural.
Hablando de su historia, esta se remonta a la época medieval. Durante siglos ha sido un importante centro comercial y agrícola en la región de Tierra de Campos a la pertenece, lo que ha provocado un importante desarrollo.
En la actualidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) cuenta con una población de 1.496 habitantes y cuenta con iglesias únicas como la de San Miguel, San Juan y San Pedro y con el Rollo Jurisdiccional, de estilo gótico, que es una de las paradas obligatorias de la provincia de Valladolid.
Adrián es un joven que ama Villalón de Campos y que apuesta por su pueblo. Allí nació y allí quiere volver a dar vida al bar de la estación de autobuses desde hace unos meses. Trabaja a destajo para ponerlo en marcha cuanto antes.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con él para conocer un establecimiento hostelero cuyo corazón volverá a latir con fuerza en pocos días gracias a su tesón y trabajo.
La vida de Adrián y la hostelería
Adrián Ramos tiene 30 años. Es el mediano de tres hermanos y se define como un joven “sencillo y humilde” con una vida “tranquila” y “sin grandes lujos”. Le encanta pasar tiempo con su familia y amigos en Villalón, un pueblo mágico dentro de la provincia de Valladolid.
Tiene 30 años y nació en la localidad pucelana. Es un amante de la naturaleza, de la caza y de esquiar. Siente un amor profundo por el lugar en el nació y se lanza a una aventura que ojalá esté cargada de éxito.
“En el mundo de la hostelería empiezo, un poco, por fuerza mayor. Recuerdo que mis padres, junto a unas primas mías, alquilaban el bar de las piscinas de Villalón. Yo ponía cuatro gominolas a los niños que por allí pasaban y ahí me empieza a picar el gusanillo”, confiesa.
Fue en enero de 2022 cuando su amigo Luis le propuso la idea de “coger el bar de las piscinas del pueblo y darle un cambio” con la visión puesta en “poder montar un negocio los dos juntos”.
“En un primer momento era un poco reacio a la idea. Yo tenía mi trabajo, pero consiguió convencerme y llevamos el negocio los dos juntos. Ahí, más o menos, es donde empieza todo y cuando comienzo a apostar por el mundo de la hostelería”, explica.
Y de ahí a la estación de autobuses de Villalón.
Puesta a punto de La Marquesina
“Siempre he querido estar en mi pueblo. Vivir y trabajar aquí. Tras ver como, poco a poco, iban desapareciendo los bares del municipio decidí preguntar por el de la estación que llevaba cerrado varios meses. Tras una subasta pública, conseguí quedarme con él”, explica nuestro entrevistado.
El establecimiento hostelero que abrirá Adrián se encuentra en la estación de autobuses de la localidad y es perfecto para que agricultores, camioneros y todo el que quiera pueda aparcar su vehículo y tomarse un café con un pincho.
“Estamos poniendo todo a punto. Todavía nos tienen que traer la cocina y el mobiliario ya que el local estaba vacío por completo pero mi intención es abrir el 1 de febrero y contratar, como mínimo, a una persona y puede que necesite a otra, dependiendo del volumen de trabajo que tenga”, añade el joven.
La Marquesina, que así se llamará el establecimiento hostelero, calienta motores para ofrecer el mejor servicio a sus visitantes.
Un lugar para disfrutar
“La idea pasa por ofrecer un lugar en el que la gente pueda ir a almorzar y ofrecer una cocina tradicional. Apostamos por lo tradicional. Vamos a ofrecer, principalmente, desayunos, también tapas, raciones, comidas y cenas. Todo con ese toque tradicional. Queremos especializarnos en tortillas para almorzar y en las hamburguesas caseras”, añade.
Adrián cree en el futuro de su pueblo. Asegura que “es prometedor” y que, cada vez, más gente joven “está apostando por quedarse en su casa para abrir sus propios negocios”, en algo que da vida a un mundo rural lastrado por la sangría poblacional.
El objetivo que se marca el joven emprendedor pasa por poder abrir su bar-restaurante “con varios empleados” para “poder fijar población” en Villalón y que “la gente conozca la localidad y su buena oferta gastronómica”.
Un ejemplo de un valiente que apuesta por su tierra.