Nadie ha pujado en la subasta de la finca y la casa de Ramón y María, el matrimonio toresano a los que Hacienda reclama 120.000 euros, una deuda que pretendía liquidar con la subasta, hoy, de su vivienda y su único medio de vida. La pareja de ganaderos comenzó una huelga de hambre hace 5 días, y acampa en la plaza de Castilla y León de Zamora donde recaba apoyos, a través de una recogida de firmas, y da a conocer la situación en la que se encuentra a la sociedad zamorana, arropado por la PAH y UCCL.

De nada sirvió la reunión que mantuvieron ayer en Valladolid con la Delegación Regional de Hacienda para paralizar la subasta, que se ha celebrado esta mañana con resultado fallido.  "Estas personas no son humanas, son materiales, me estoy dando cuenta ahora de que esta vida ha creado insensibilidad en la gente hacia los demás, y les da igual que seas culpable de un delito o no, te han achacado un delito que tú no has cometido, sino que han sido errores por mal asesoramiento y malos abogados. Esto para mí es como la pena de muerte, porque me están condenando a una vida que no quiero", confiesa Ramón.

Al quedar desierta la subasta se abre un nuevo plazo de seis meses para celebrar una segunda subasta, con la "buena noticia", según Ramón, de que en esta ocasión la puja será mediante sobre y partirá de 202.000 euros, una cantidad que considera "imposible" que nadie pague por sus propiedades.

Mientras tanto, el matrimonio intentará reunir la mayor cantidad de dinero posible, "ahora tenemos un margen para negociar con ellos y buscar un poco de dinero y a ver si se conforman con lo que podamos conseguir, que no es mucho comparado con los 120.000 que nos piden. En la mesa vamos a poner lo que podamos recoger con la familia". En este sentido, asegura que incluso amigos le han ofrecido dinero, "es triste que yo no podía imaginar esta situación".

A pesar de este pequeños respiro, Ramón no piensa suspender la huelga de hambre. "Tengo fuerzas para aguantar otros 10 ó 15 días, no podemos abandonar ahora".