La vendimia de antaño

Calles repletas de gente. Olor a tinta de Toro y aires medievales. Tascas y trovadores. Así se vestía el municipio zamorano de Toro durante este tradicional y arraigado fin de semana. Y es que, los toresanos disfrutan y celebran un año más la Fiesta de la Vendimia. Una de las fiestas más especiales y patrióticas para toresanos a la que acuden miles y miles de personas forasteras y turistas.

A partir de las doce de la mañana comenzaba uno de los momentos más destacados en esta Feria de la Vendimia, el desfile de carros engalanados. Las calles principales regresaban a principios del siglo XX y los toresanos preparados con sus carros, a los que no le faltaba detalle, y ataviados con la indumentaria necesaria realizaban las labores de vendimia de Toro tiempos atrás, además de ofrecer al público un chato de vino de gran calidad o pan, embutidos, queso o torreznos.

Un desfile lleno de vida y sobre todo, mucha tinta de Toro, que ha escenificado a la perfección como cada año en sus catorce ediciones la forma de recoger la uva de los viñedos hace más de cien años. En él han participado carros llegados de todos los pueblos del alfoz de Toro e incluso de alguna ciudad más lejana interesados en esta Fiesta de la Vendimia, declarada de Interés Turístico Regional desde el año 2003.

Sin duda, un referente no solo para la provincia sino para toda la región, ya que son muchos los castellanoleoneses que aprovechan este puente del Pilar para acudir a la ciudad de Doña Elvira y disfrutar de esta fiesta a la que acompañan las tascas con la mejor gastronomía, el mercado medieval con los mercaderes y trovadores o las muchas actividades y atracciones que entorno a la Plaza Mayor se han realizado durante estos días. Un año más, la música ha puesto el toque festivo con gaitas, dulzainas y castañuelas para festejar una multitudinaria Fiesta de la Vendimia. El año que viene, más, mucho más.