Parece que la Semana Santa zamorana avanza en cuestiones de igualdad en lo que a las mujeres se refiere y, a partir de mañana, las listas de la Cofradía del Silencio también admitirán hermanas.

En asamblea informativa, Rufo Martínez de Paz, actual presidente de la cofradía, a dado cuenta a los hermanos asistentes de la adaptación de su normativa al estatuto marco del Obispado. Según el presidente, la cofradía sometida a "a la disciplina y las directrices del Obispo porque es el más competente para indicar el camino. La instrucción ha sido clara y pública, no ha sido una imposición, y nos adaptamos en las cosas que había que modificar" ha declarado Martínez, quien también ha recordado que "la integración de la mujer es el punto básico de esta reunión y es algo admitido en la sociedad. El Silencio se creó en 1925 y entonces la mujer no podía hacer absolutamente nada porque estaba sometida a cualquier familiar varón, no tenían capacidad de obrar completa. Hoy en día eso se ha superado y están totalmente integradas en todos los ámbitos. Nosotros ni podemos ni queremos ni ser un reducto. Este tema podría haberse solucionado antes con seguridad pero ponemos remedio hoy y punto".

En total, se han modificado cuatro artículos dentro de los estatutos de la cofradía. Concretamente, se ha llevado a cabo una corrección lingüística para que eliminar la mención exclusiva a los varones y dejarlos sin distinción de sexo, el derecho al voto pasa a los 18 años, el cuórum mínimo para tomar acuerdos válidos es de un 3% de hermanos con derecho a voto y el máximo en cuanto a mandatos consecutivos es de tres de cinco años de duración.

"El Silencio quiere plantear la igualdad absoluta con los mismos derechos y las mismas obligaciones para hombres y mujeres", asegura Martínez de Paz, "pero no sabemos la incidencia que esto va a tener a partir de mañana, momento en que podrá apuntarse a las listas quien quiera hacerlo". En función de lo que suceda en cuanto a nuevas inscripciones y de aquí a la asamblea de enero del año que viene, la cofradía decidirá si la lista de espera general y única se queda como está o se incrementa la incorporación en más de 10 hermanos por año, "pero esto se decidirá en asamblea como una cuestión ordinaria". La actual lista de espera es de 230 y en los últimos años han entrado una media de cuarenta hermanos al año, razón de los diez establecidos más altas por bajas, un ritmo que supone una la lista de espera de entre 4 y 5 años.