El gasóleo B o “agrícola” ha aumentado un 28% más que el pasado mes de mayo, y es ahora un 36 % superior al precio que pagaban los agricultores por el combustible hace un año.

Todas las organizaciones agrarias alertan de las consecuencias de esta subida en un momento en que el consumo de carburante en el medio rural es muy alto debido a las numerosas faenas que se realizan en el campo, como la cosecha o el riego, ya que por ejemplo el gasóleo B supone una media del 16% de los gastos en la producción de cereales. Además, esta subida se traslada en gran medida a fertilizantes, herbicidas o plásticos, por lo que los costes de producción se aumentan aún más.

La causa de la subida del precio radica fundamentalmente en que está ligado al del barril de petróleo, que ha pasado en doce meses de 48,48 a 75,13 dólares. Pero hay que tener en cuenta también que el gasóleo B tiene un elevado coste debido a la fiscalidad o los impuestos que suponen –según fuentes de las OPAS- el doble del valor real del combustible.

Valoran las organizaciones agrarias que esta subida del petróleo, repercutida directamente a la subida del gasóleo agrícola, es “un despropósito que hace aún más ajustados los costes de producción en un momento de labores de regadío, siega y empacado en las que aumenta el consumo de gasóleo”.

Evidentemente, la provincia de Zamora se ve especialmente afectada por esta subida, dado el peso de la agricultura en la economía provincial, y del sector cerealista en muchas comarcas.

Desde los sindicatos agrarios se están pidiendo medidas que compensen esta subida para asegurar la pervivencia de agricultores y ganaderos ante esta situación, tal y como se ha hecho en otras ocasiones”, como sucedió en el año 2008 (con vigencia durante varios años), cuando se permitió reducir en el IRPF el 35% de la factura del gasóleo y el 15% de la de fertilizantes y plásticos.

Por todo ello, el grupo de IU presenta ante el Pleno de la Diputación la siguiente moción de urgencia para instar al Ministerio de Agricultura del Gobierno de España a tomar medidas de todo tipo (fiscales, ayudas, subvenciones, exenciones…) para compensar la actual subida del gasóleo B (agrícola) en un momento en que la actividad en el campo requiere el mayor gasto en carburantes.