El paso de las épocas históricas por Zamora se encuentra a cada paso que das en la ciudad. Románico, modernismo, Edad Media, etc... la Perla del Duero es una de las ciudades más ricas en patrimonio histórico y arqueológico. Tanto, que aún es capaz de sorprender.
El Ayuntamiento de Zamora ha catalogado más de 100 piezas arqueológicas, que se habían acumulado en las naves de Adif de las afueras de la capital. Todo un tesoro arqueológico desconocido hasta ahora, y que alberga piezas de lo más interesantes. Entre ellas un sarcófago, encontrado en la zona que actualmente alberga los Jardines del Castillo y que pertenecía a la antigua Casa de la Juventud , lo que ahora es el hospicio de peregrinos. En cambio, procedente del convento de San Jerónimo aparecía una enorme pila industrial, de la que se estudia que pudo utilizarse para trabajos industriales. Dentro de la extensa colección, también hay piezas rescatadas en el parque de San Martín como consecuencia de las obras de construcción del aparcamiento subterráneo, o de la Ronda de Trascastillo.
La tarea durante estos meses del Consistorio, junto a la arqueóloga territorial de la Junta de Castilla y León, Hortensia Larrén, el arquitecto Marco Antonio Martín y el arqueólogo Luis Villanueva y el doctor en Historia Medieval, Josemi Lorenzo, ha sido la de catalogar la centena de piezas, creando un lapidario con su correspondiente clasificación. Ahora todas ellas descansan, numeradas y ordenadas, en una enorme estantería industrial de las naves del Ayuntamiento, para tenerlas ordenadas y accesibles, en un lapidario. Una amplia colección, que incluye capiteles labrados, trozos de muro del antiguo monasterio, elementos palísticos, casi todos provenientes de la zona del Castillo, y 6 piezas encontradas en los propios terrenos de Renfe. El concejal de Turismo, Christoph Strieder explicaba esta mañana que la mayoría de estas piezas desaparecen de su lugar original con la desamortización y se utilizan en otras zonas de la ciudad, "como ocurría, por ejemplo, con las columnas que actualmente lucen en los Jardines del Castillo". A mayores del lapidario, el Ayuntamiento ha elaborado un texto de 50 páginas con detalles de los edificios de donde provienen estos restos, año de origen y características de los mismos.
Y sobre la posibilidad de abrir las puertas a este lapidario al público en general, Strieder si valora realizar visitas puntuales a la propia nave, con una jornada de puertas abiertas, pero se mostraba reticente a repartir las piezas por la ciudad, en rotondas o plazas. Ante la posibilidad de ceder alguna de las piezas al Museo de Zamora o guardarlas allí, el concejal afirmaba que "los almacenes de los museos suelen estar muy llenos y no lo veo como opción".