El equipo de gobierno de la Diputación de Zamora ha dado los primeros pasos esta mañana para perfilar la hoja de ruta que marcará el plan de contingencia económica anunciado la semana pasada por el presidente de la institución provincial, Francisco José Requejo y cuyo objetivo es “conseguir amortiguar las consecuencias socioeconómicas que dejará el COVID-19 en la provincia”.
Durante la reunión, celebrada esta mañana por videoconferencia, se han establecido los grupos de trabajo que serán los encargados de recopilar las necesidades de los distintos sectores para que el presidente de la Diputación, en coordinación con el vicepresidente segundo, Jesús María Prada, y el diputado del área de Desarrollo Económico, Emilio Fernández, elaboren medidas concretas de ayuda y cooperación.
Aunque aún están por delimitar estas acciones, el presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, ya ha adelantado que serán “ayudas directas” y que “complementarán las que pongan a disposición el Gobierno central y la Junta de Castilla y León. Nuestra intención es rellenar las lagunas a las que no lleguen las ayudas de las otras administraciones”.
Las áreas en las que ya se está trabajando a través de los siguientes grupos son:
- Turismo, Hostelería y Comercio
- Agricultura y Ganadería
- Construcción y Servicios
- Industria
- Financiación, de la que formarán parte las entidades bancarias para coordinar esta área de trabajo.
Las previsiones que maneja la Diputación es que la próxima reunión se realice, a través de videoconferencia, el próximo lunes 6 de abril, en la que ya se empezará a delimitar el campo de acción.
“Pretendemos que este plan de contingencia sea ágil, rápido y eficiente y que ofrezca una respuesta rápida a las situaciones que se nos van a plantear. Las instituciones nos debemos esforzar en un momento de emergencia nacional a ayudar a mantener los empleos, a apoyar a los autónomos y a los empresarios, que son los principales generadores de riqueza en nuestra provincia”, ha asegurado Francisco José Requejo.