Ahorra en tu factura con los mejores instaladores de aerotermia en Zamora
Este invierno deja en Zamora temperaturas récord con uno de los comienzos de año más gélidos que se recuerdan. El temporal Filomena ha puesto a prueba la capacidad calorífica de los sistemas de calefacción de la provincia, un duro examen que no todos han aprobado, y en la mayor parte de los casos lo que sí han dejado es una factura muy por encima de lo habitual.
Lo que sí han constatado las empresas especializadas es la creciente demanda de los zamoranos por soluciones que permitan ahorrar energía, costes económicos y que sean respetuosas con el medio ambiente. Empresa puntera en el sector es Zasistec, Zamorana de Sistemas Técnicos, que confirma un mayor interés por soluciones como la aerotermia en Zamora, pero también en provincias vecinas como Salamanca, León y Valladolid, donde este invierno han completado varias instalaciones.
La aerotermia consiste en el aprovechamiento térmico gratuito del aire, a través de un intercambio de temperaturas reduciendo el consumo eléctrico convencional y multiplicando hasta por cuatro la energía eléctrica en forma de calor. “De forma sencilla podemos calefactar una vivienda completa por lo que consume un brasero convencional”, asegura José Miguel Pantaleón, director técnico de Zasistec.
La instalación de aerotermia no tiene mucha más complicación que la de una instalación al uso de gasoil o de gas: funciona indistintamente con suelo radiante o con radiadores convencionales. Requiere de una unidad interior y otra exterior, de intercambio -condensador- que hace la magia de generar calor a partir de la temperatura del aire, o frío si hablamos del verano.
Una inversión que en muchos casos se amortiza en el plazo aproximado de 5 ó 6 años.
Dentro de la estrategia europea de reducción de la huella de carbono en el plazo de una década, la aerotermia ocupa uno de los primeros puestos en el ránking de energías limpias, lo que la convierte en una solución sostenible y de calidad. De hecho, en Alemania el Gobierno de Merkel ha dado luz verde al nuevo impuesto sobre el CO2 y a la prohibición de las calefacciones de gasóleo en viviendas de nueva construcción a partir de 2026.