El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco ha informado de que nueve personas han desaparecido en la provincia en lo que va de año, y de las cuales dos continúan en paradero desconocido: el hombre desaparecido en Figueruela de Arriba y otro varón desaparecido en el embalse de Ricobayo. Por ello, desde el Gobierno de España se ha creado un acuerdo de colaboración entre el Colegio de Farmacéuticos de Zamora, como miembros de la sociedad con un contacto especialmente estrecho y diario con las personas que viven en los pueblos.
Y es que la figura del farmacéutico en el mundo rural es "fundamental". Como ha relatado Ángel Blanco, tras visitar varios puntos de la provincia y recoger las experiencias de sus vecinos, la Subdelegación se ha dado cuenta de la importancia de la labor de los farmacéuticos en estas localidades y, por ello, ha querido disculparse con dichos profesionales por desconocer la posición de estos en la vida diaria de los pueblos. El subdelegado ha detallado que, en muchas ocasiones, los farmacéuticos son "las únicas personas" que muchos de los mayores de los pueblos ven a diario, con lo cual pueden detectar sus ausencias, sobre todo teniendo en cuenta que acuden a por medicaciones. "Muchas veces han detectado que alguien ha fallecido porque ha dejado de ir a por sus medicinas", añade Blanco.
Unido a la figura del farmacéutico, Ángel Blanco ha querido recordar a la población zamorana la importancia de denunciar las desapariciones lo antes posible. "Las primeras horas son trascendentales y hay que desterrar el mito de que es necesario esperar 24 horas para denunciar", ha recalcado. También ha querido desmentir que este tipo de servicios de búsqueda de un desaparecido tengan algún tipo de coste. "Es un servicio fundamental y gratuito", ha incidido, para que esto no sea un punto negativo a la hora de animarse a denunciar una desaparición.
De hecho, Ángel Blanco ha puesto como ejemplo una de las últimas desapariciones en la provincia, donde se había perdido la pista de un hombre de 78 años en San Miguel del Valle, y gracias a la rápida comunicación de su desaparición en cuatro horas, el varón era localizado entre Roales y San Miguel, con un golpe de calor, por el que fue trasladado al Hospital de Benavente.