Un 3 de agosto de 1982 arrancaba en Televisión Española Aventura92, un programa-concurso para elegir a los 200 jóvenes que acompañarían al atleta, promotor cultural y reportero Miguel de la Quadra-Salcedo a vivir una increíble aventura por la desembocadura del río Orinoco reproduciendo así el que fuera el tercer viaje de Cristóbal Colón a Latinoamérica. Así lo explicaba la presentadora Inka Martí en TVE en su primera edición, que se iría repitiendo hasta 2016 cuando el programa finalizaba con la muerte de Miguel de la Quadra-Salcedo. "Un programa para jóvenes con espíritu de aventura", que anunciaban en TVE y que tuvo su primera presencia zamorana hace ya treinta años con la participación de José Luis Santiago, licenciado en bellas artes y responsable de captación de fondos y publicidad en Cruz Roja Zamora.
Este zamorano logró formar parte de los elegidos para concursar en Televisión Española y optar a un inolvidable viaje por el Amazonas, que en su edición superó los 500 participantes. Entre los más de 15.000 aspirantes de aquel 1991, José Luis fue seleccionado para acudir al programa gracias a la composición de un tema musical. Y es que la después conocida como Ruta Quetzal reunía a jóvenes de todos los rincones del mundo y cada país elegía a sus participantes de una manera distinta. España, en este caso, preseleccionaba a estos adolescentes a través de trabajos de investigación o aportaciones artísticas relacionados con el tema de ese año, como fue la de este zamorano. Así, José Luis llegaba al programa, que se rodaba en los antiguos Estudios Buñuel de TVE, y junto a su equipo lograba ser uno de los equipos ganadores del concurso, que recibían en directo las llaves del camarote del barco que les llevaría aquel año al Amazonas. Su equipo, formado por jóvenes de Bilbao, Lleida y Cádiz iniciaron en septiembre de 1991 un viaje que les llevaría primero a una ruta por España, con parada en la Expo de Sevilla antes de su apertura, para luego tomar el barco en el Puerto de Cádiz con llegada a Santo Domingo siete días más tarde.
Este zamorano cumplía el sueño de miles de chavales españoles que, desde el salón de su casa y frente a la televisión, fantaseaban con formar parte de esta ruta para conmemorar el descubrimiento de América, que el mismísimo De la Quadra-Salcedo creó y desarrolló con gran empeño personal y para la que consiguió que instituciones, entidades, empresas y la mismísima Casa Real patrocinaran y apoyaran. El objetivo de este programa fue consolidar entre la juventud de todos los países de habla hispana los cimientos de la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
Un mes de máster "a lo salvaje"
El zamorano describe esa semana en el barco como "un máster a lo salvaje". Y es que los 500 chicos que viajaban en ese trasatlántico tuvieron la oportunidad de realizar todo tipo de talleres, cursos y charlas con algunos de los profesionales de la comunicación más importantes de España. Al barco subieron personajes como Alfonso Usía o Fernando Sánchez Dragó, que impartieron clases de periodismo; campeones de atletismo y músicos expertos dieron charlas para este medio millar de jóvenes, que a día de hoy ocupan cargos de responsabilidad en diferentes ámbitos. José Luis recuerda que, en su año, participaron chavales que hoy son diplomáticos, investigadores internacionales o periodistas de renombre. "Todo lo aprendido en los talleres supuso para nosotros un punto de inflexión en nuestras vidas", remarca el zamorano.
Una vez fuera del barco, José Luis y sus compañeros recorrerían en kayak el imponente Amazonas, las cataratas de Iguazú, y visitarían países como Brasil o Venezuela. "El choque cultural hace treinta años era impresionante. Nos creíamos países muy desarrollados y nos daban mil vueltas en muchas cosas, por ejemplo, conocían la historia de España mucho mejor que nosotros", recuerda el zamorano. Este tuvo la oportunidad de convivir también con participantes de decenas de países de todo el mundo, los cuales se solían elegir por expediente académico. Y es que esta experiencia era como una beca estudiantil, valorada por aquel entonces en dos millones de pesetas. Cuarenta y cinco días de viaje donde pudieron acceder a parajes a los que apenas había llegado el hombre, pero que gracias a Miguel de la Quadra-Salcedo pudieron ver con sus propios ojos. "Fuimos a sitios que, aunque tengas todo el dinero del mundo no puedes ir", indica. José Luis recuerda haber pisado las exclusivas playas del archipiélago de Los Roques en Venezuela donde, a día de hoy, la única manera de llegar todavía es en avioneta o en barco privado, y que es especialmente conocida por ser el destino favorito del Gobierno chavista y de sus empresarios afines. Además, su expedición pudo convivir con varias tribus del Amazonas, "que salían a vernos con mucha cautela cuando llegábamos y tras unas horas con ellos te dabas cuenta del contraste social que era aquello". Un viaje que acarreaba lógicamente su peligro, de hecho, José Luis recuerda que durante su paso por las selvas de Brasil tenían que ser custodiados por el propio ejército del país, para asegurar su protección.
Y a la vuelta de su increíble viaje por Latinoamérica, la expedición tuvo la oportunidad de reunirse en el Palacio del Pardo con el entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. Quiso el destino, por desgracia, que este encuentro coincidiera con el atentado de la banda terrorista ETA a la joven Irene Villa. Por ello, la seguridad en torno al entonces heredero al trono de España fuera "brutal". Toda "una bofetada de realidad" para estos jóvenes que venían de vivir la experiencia de sus vidas.
Un reencuentro treinta años después
José Luis relata como esta Ruta Quetzal ha marcado su vida para siempre y le ha dejado amigos por todo el mundo, con los que aún tiene contacto y ha podido visitar a lo largo de estos años. Y como este 2021 se cumplen treinta años de aquel viaje por el Amazonas, el 10 de octubre varios de estos participantes de todo el globo han organizado una quedada en Madrid, al que está previsto que asistan más de 100 personas. "Tenemos un vínculo de por vida y siempre estamos conectados entre nosotros pese a la distancia", finaliza el zamorano.
Una unión irrompible que nacía gracias al proyecto de Miguel de la Quadra-Salcedo y en el que han participado más de 10.000 jóvenes procedentes de cerca de 60 países de Europa, América y otros íntimamente relacionados con la historia de España como Marruecos, Guinea Ecuatorial o Filipinas.